miércoles, agosto 31, 2016

martes, agosto 30, 2016

Soy naco y qué - Los Nakos



El director de TVUnam, y empleado de Televisa, quiso mostrar, como siempre, su gran sapiencia y el humor que no tiene, y en su columna periodística de este martes pergeñó lo siguiente: "Mi rechazo al trabajo de Juan Gabriel es, pues, clasista: me irritan sus lentejuelas, no por jotas sino por nacas". Discrimación por donde se le vea, levantó ámpula. No se trata de glorificar a Juan Gabriel, cada quien sus gustos (coincido en lo de que sus letras eran muy elementales), sino de los usos de las palabras "jotas" y "nacas" por un funcionario (esa es la bronca principal, que no sabe para quién trabaja, para el pueblo) seudointelectual y sobrevalorado. No se trata de libertad de expresión sino de congruencia con el puesto. Está en Change la petición para que deje de dirigir la televisión de una universidad que tiene como lema "Por mi raza hablará el espíritu" y ya va por las 20 mil firmas. Ya firmé.

domingo, agosto 28, 2016

Siempre en mi mente. Apuntes



Pocos cantantes manipulan su voz como Juan Gabriel (1950-2016), en tono y vibración, poniéndose a prueba —y saliendo triunfante— una y otra vez; pocos logran colocar sus letras en tantos ámbitos y unos cuantos como él tienen tanta presencia en el escenario. No hay funeral en donde no se oiga "Amor eterno" o borrachera donde no salieran desde el aguijonazo de "Por qué me haces llorar" o "La diferencia" hasta la resignación de "Lo pasado, pasado"; nos dio un himno nacional (desgraciadamente) vigente: "No tengo dinero". En tiempos en que usar una camisa hawaiana era motivo de bullying se vistió como se le dio su chingada gana. Venció la homofobia desde hace décadas, y lo disfrutó y nos hizo disfrutarlo: nada como bailar con la libertad de ser uno mismo, de gozarnos con cualquier ritmo. El Divo y uno de sus mantras: "Lo que se ve no se juzga", pero qué necesidad... Ah, el video que acompaña estas notas es totalmente ochentero, de aquellos tiempos del auge de los videoclips y "La hora de Juan Gabriel" en la radio. Aún me sé toda la letra, lo acabo de comprobar. Y de todas las que he oído esta tarde.

El último de agosto: Crimentales en Pulso

Nuevo oficio editorial: corrupción de estilo.
Nuevo libro: ¿Quién se llevo mis comillas?

No sean así. Pásenle a Pulso a leer mi columna, casi 100 % original, sobre el plagio y otras caretas. En el periódico Pulso, ándenle, háganle. Y comenten: bienvenida la crítica y el debate, y de lo bueno se habla poco o algo así porque el respeto al derecho ajeno es la paz.

Metallica: Hardwired (Official Music Video)

sábado, agosto 27, 2016

Toda literatura comporta un atletismo - G. Deleuze

Jonathan Wolstenholme
Fragmento de La literatura y la vida.

«Escribir indudablemente no es imponer una forma (de expresión) a una materia vivida. La literatura se decanta más bien hacia lo informe, o lo inacabado, como dijo e hizo Gombrowicz. Escribir es un asunto de devenir, siempre inacabado, siempre en curso, y que desborda cualquier materia vivible o vivida. Es un proceso, es decir un paso de Vida que atraviesa lo vivible y lo vivido. La escritura es inseparable del devenir; escribiendo se deviene–mujer, se deviene–animal o vegetal, se deviene–molécula hasta devenir–imperceptible. Estos devenires se eslabonan unos con otros de acuerdo con una sucesión particular, como en una novela de Le Clézio, o bien coexisten a todos los niveles, de acuerdo con unas puertas, unos umbrales y zonas que componen el universo entero, como en la obra magna de Lovecraft. El devenir no funciona en el otro sentido, y no se deviene Hombre, en tanto que el hombre se presenta como una forma de expresión dominante que pretende imponerse a cualquier materia, mientras que mujer, animal o molécula contienen siempre un componente de fuga que se sustrae a su propia formalización. La vergüenza de ser un hombre, ¿hay acaso alguna razón mejor para escribir? Incluso cuando es una mujer la que deviene, ésta posee un devenir–mujer, y este devenir nada tiene que ver con un estado que ella podría reivindicar. Devenir no es alcanzar una forma (identificación, imitación, Mimesis), sino encontrar la zona de vecindad, de indiscernibilidad o de indiferenciación tal que ya no quepa distinguirse de una mujer, de un animal o de una molécula: no imprecisos ni generales, sino imprevistos, no preexistentes, tanto menos determinados en una forma cuanto que se singularizan en una población. Cabe instaurar una zona de vecindad con cualquier cosa a condición de crear los medios literarios para ello, como con el áster según André Dhôtel. Entre los sexos, los géneros o los reinos, algo pasa. El devenir siempre está «entre»: mujer entre las mujeres, o animal entre otros animales. Pero el artículo indefinido sólo surge si el término que hace devenir resulta en sí mismo privado de los caracteres formales que hacen decir el, la («el animal aquí presente»...). Cuando Le Clézio deviene–indio, es siempre un indio inacabado, que no sabe «cultivar el maíz ni tallar una piragua»: más que adquirir unos caracteres formales, entra en una zona de vecindad. De igual modo, según Kafka, el campeón de natación que no sabía nadar. Toda escritura comporta un atletismo. Pero, en vez de reconciliar la literatura con el deporte, o de convertir la literatura en un juego olímpico, este atletismo se ejerce en la huida y la defección orgánicas: un deportista en la cama, decía Michaux. Se deviene tanto más animal cuanto que el animal muere; y, contrariamente a un prejuicio espiritualista, el animal sabe morir y tiene el sentimiento o el presentimiento correspondiente. La literatura empieza con la muerte del puerco espín, según Lawrence, o la muerte del topo, según Kafka: «nuestras pobres patitas rojas extendidas en un gesto de tierna compasión». Se escribe para los terneros que mueren, decía Moritz. La lengua ha de esforzarse en alcanzar caminos indirectos femeninos, animales, moleculares, y todo camino indirecto es un devenir mortal. No hay líneas rectas, ni en las cosas ni en el lenguaje. La sintaxis es el conjunto de caminos indirectos creados en cada ocasión para poner de manifiesto la vida en las cosas.»GuardarGuardar

jueves, agosto 25, 2016

La ciudad como texto (fragmento) - Michel Butor (1926-2016)

«El texto manifiesto es perpetuamente despertado por la lectura, pero el texto profundo, aquél que duerme entre las hojas de un libro aún no abierto, en los subterráneos de las reservas, ese texto durmiente no tiene menos importancia, como sabemos. Resulta esencial que pueda consultarse algún día. Nada marcha si está perdido: ya no pueden aplicarse las leyes.

»La función de la ciudad como acumulador de texto es tan importante que podemos preguntarnos si no es ésta su raíz principal. Las investigaciones arqueológicas nos enseñan que, en todas partes en el planeta, las primeras grandes ciudades son contemporáneas de la invención de la escritura en el sentido propio del término, cualquiera que sea su mundo. Así, tal vez no sea porque hay mucha gente en un lugar que el texto se acumula ahí, si no a la inversa. Sería porque en este lugar se repliega el texto que ahí se instala la gente para servirlo de alguna manera. La sede de la autoridad, no es tanto la del gobierno, del jefe militar, del sacerdote, sino la de los archivos...

»El género literario que es la ciudad puede fácilmente compararse con la novela. Siendo en efecto el gran novelista aquel que sabe dar a oir la voz de sus personajes, que debe otorgar a cada cual un estilo particular. su estilo es, propiamente dicho, un superestilo. una integración de estos fenómenos estilísticos que bastarian perfectamente para caracterizar a un orador o a un poeta lirico. Asimismo. el estilo de una gran ciudad integra una prodigiosa cantidad de subestilos, los de los pueblos yuxtapuestos o superpuestos.»

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Publicado en la Revista de la Universidad, UNAM.
Lean por acá un fragmentito de La utilidad poética.

miércoles, agosto 24, 2016

Curso taller Iniciación a la escritura


Los invito a participar en el grupo que a partir de septiembre se reunirá en el Centro de las Artes de San Luis Potosí a tratar de encontrar viejos y nuevos secretos de la escritura, a conocer y romper géneros, a tallerear textos propios, a disfrutar textos  de la literatura universal y contemporánea. A quienes se inscriban hasta este viernes 26 de agosto se dará 20 % de descuento. Si sólo pueden en las mañanas, manden un correo a debajodelagua@gmail.com, pues andamos viendo la posibilidad de abrir otro grupo.

martes, agosto 23, 2016

De la delgada línea entre opinión y crítica

Pásenle a leer algunas opiniones casi 100 % originales:
en Pulso Diario de San Luis.
Aunque ya se acabaron los Juegos Olímpicos, y dos días después quizá no sean de interés periodístico, bienvenida la crítica y el debate.

Ignacio Padilla (1968-2016)

“Los libros de cuentos se han convertido en cajones de sastre con textos desparramados, donde el escritor reúne obras hechas para publicaciones periódicas”.

“Hay escritores de brújula y otros de mapa. Estos últimos tienden a visualizar perfectamente sus obras, por eso prefieren escribir novelas. A este grupo pertenecen Mario Vargas Llosa y Jorge Volpi. Pero yo me identifico con el otro tipo de autor y me ubico en el mismo grupo que Gabriel García Márquez, el de los escritores que no saben bien hacia dónde van. Por eso vamos ensayando. Comienzo con una fotografía mental y, como no la comprendo, empiezo a escribir para entender qué significa la imagen que se he formulado como un sueño”.

“Mis novelas son cuentos que se fueron de madres, [mis ensayos] son reflexiones sin ficción de eso que como cuentista pienso sobre algún tema”.

"Algunos de los horrores más trepidantes nacen de ligerísimas transmutaciones de lo cotidiano”.

"He trabajado en todo, me gusta probar cualquier cosa que esté relacionada con la creatividad: el dibujo, la pintura, el cine, etc., pero estoy felizmente convencido de que soy un maldito de la literatura, en el buen sentido de la palabra, no podría vivir sin escribir aunque quisiera, entonces soy feliz por dedicarme a esto..."

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Un poco mayor que yo (47 años), este fin de semana murió Ignacio Padilla, fundador del movimiento o grupo llamado Crack, académico de la Lengua y autor de muchos textos geniales. Las citas anteriores fueron tomadas de la entrevista a Ignacio Padilla publicada en Qué leer, a propósito de su libro Las fauces del abismo, parte de la Micromedia, su "proyecto de vida". El último fragmento fue tomado de una entrevista en Noroeste. Recomiendo aquí sus cuentos El androide y las quimeras y Lápidas. Círculo sexto.

lunes, agosto 22, 2016

Aforismos de Jorge Wagensberg sobre lenguaje

Selección de los aforismos publicados en "Babelia", de El País.
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10. La oscuridad de un lenguaje no añade profundidad a un contenido.

12. Hay como mínimo tres lenguajes que aspiran a ser universales: la mímica, la música y la matemática.

14. ¿De qué región es el acento del canto de este pájaro? ¿De qué árbol? ¿De qué rama? ¿De qué nido? ¿No seré yo mismo el que está piando?

15. La ambigüedad es el recurso del lenguaje contra la literalidad.

16. La redundancia es el recurso del lenguaje contra su propio ruido.

17. El retruécano es el recurso del lenguaje para sorprender con lo previsible, como el tartazo de nata en plena cara.

18. La ironía es el último recurso del lenguaje contra el dogma.

19. No se sabe quien da más miedo con un texto sagrado en sus manos, si el que lee literalmente o el que lee entre líneas.

21. La mezcla más explosiva de un lenguaje se consigue con un 99% de literalidad y un 1% de incoherencia.

sábado, agosto 20, 2016

Sobre Jane Austen

«Los admiradores gustan mucho del tono inexpresivo de Austen, su ingenio y su ironía, y con mucha razón. Pero ella no es la ironía por la ironía: los retratos de Austen de las personas y sus entornos no están animados por la malicia o el mero afán satírico de entretener, sino por un sentido de urgencia moral. Con un ojo filosófico, ella ve a través del alboroto y las galas y la autojustificación. Ella nos da un elenco de personajes y luego los pone en ceros para mostrarnos quién y qué es admirable, qué es imperfecto pero perdonable, qué es risible y qué es verdaderamente vil. Deliberadamente económicos, sus juicios son no sólo inteligentes pero perspicaces, humanos y, en su mayor parte, convincentes. Su objeto real no es la vida amorosa de las niñas apenas post-adolescentes, sino la naturaleza humana y la sociedad. Austen escribió historias que nos muestran la forma en que pensamos...

»Para bien y para mal, Austen tiene una fuerte vena didáctica. Ella era —como Samuel Richardson en el siglo anterior y muchos de los victorianos que le siguieron— una moralista, que trató de desentrañar verdades no sólo psicológicas, sino lecciones de vida de sus historias. Y muchos lectores todavía disfrutan de moralismo de Austen. Ciertamente sus dos novelas más populares son también donde los muestra más orgullosamente. En Sensatez y sentimiento —que podría llevar como subtítulo "en donde el sentido trunca de manera inequívoca la sensibilidad en todas las cosas"—Austen arma su caso para la disposición racional de Elinor Dashwood justamente sobre el carácter apasionado y el temperamento "artístico" de su hermana Marianne. El argumento de Austen en nombre del sentido es astuto y moralmente sensitivo; a todos nos hace bien prestar atención a su sustancia. Pero, como la literatura, el punto de decisiones se vuelve agotador; incluso el lector mejor dispuesto puede volverse reacio y contrariarse cuando asiste a la invocación 14 o 15 de la superioridad moral de Elinor. Austen es demasiado sutil, pensante y una escritora demasiado fina para escribir un cuento moral puro, sin embargo; página tras página, su afán moralizante es fermentado por su ácida —y muy entretenida— agudeza y en gran medida por la manera en la que expone la hipocresía y la codicia de los personajes y sus observaciones característicamente astutas...»


Fragmentos de "I read everything Jane Austen wrote, several times. Here are some of the many things I learned", por Adelle Waldman, en Slate.

viernes, agosto 19, 2016

El fin de las lenguas (fragmento) - Raúl Zurita

«Les corresponderá entonces a los nuevos poetas levantar desde allí, desde esa locura de los hombres del poema homérico, los contornos de otra belleza. Si no es ya demasiado tarde serán ellos, los nuevos Homero de este tercer mundo, los nuevos Darío, los nuevos Rilke, quienes deberán enfrentar las tareas de un trabajo gigantesco y desmesurado: inscribir sobre el cielo, sobre la tierra, sobre los desiertos, una nueva y arrasadora compasión, una ternura incolmable por cada átomo, por cada mirada, por cada aliento de la vida, que nos lleve a contemplar de nuevo, como si nos levantáramos por primera vez, la reconquistada diafanidad del mundo. Sin saber bien cómo en un poema traté –dudosa, precariamente- de imaginarme al menos algo de esa diafanidad. Era la visión del océano Pacífico ascendiendo sobre el cielo. Pienso que lo recordé ahora porque deseo creer que si esa nueva compasión adviene, que si esa piedad por el mundo tendrá un lugar, será también la compasión de estos paisajes, de estas cordilleras y de estas largas llanuras, de los ríos, de las playas, de todo lo que es, elevándose a los cielos por el amor nuestro.

Es el amor que imagino. Si se puede hablar entonces de una tarea de la poesía, esa tarea es la de curar las palabras, la de salvarlas de su agonía para que otra vez puedan evocar y hacer cotidiana la plenitud a veces terrible de la existencia, vale decir, para que puedan nuevamente hacer vivo el latido de Dios entre nosotros. Esa fue la estremecedora plenitud de Sófocles y Esquilo, de los antiguos profetas, de las elegías que nos han legado los poemas náhuatl. Casi tres milenios más tarde, en una de sus poesías más extraordinarias: España, aparta de mí este cáliz, Vallejo vio en la letra, es decir, en los átomos indivisibles de las palabras, el origen de la pena. El pensaba en el castellano y en la destrucción que significó su imposición en este continente. En realidad, todas las lenguas han nacido de una destrucción y de una muerte y de allí para adelante su misión era levantar una nueva tierra frente a lo destruido. Es en eso en lo que radica su sacralidad y su fracaso y es en eso donde radican también la sacralidad y la redención de la poesía.»

(Completo por acá, en letras.s5.com)

jueves, agosto 18, 2016

Siete consejos para el escritor principiante - V. S. Naipaul

1. No escribas frases largas. Una frase no debería tener más de diez o doce palabras.

2. Cada frase debe explicar un concepto con claridad. Debería sumarse al concepto que la precedió. Un buen párrafo consiste en una serie de conceptos claros e hilvanados.

3. No uses grandes palabras. Si tu ordenador te dice que sueles usar palabras de más de cinco letras, eso significa que algo va mal. El uso de palabras pequeñas te obliga a pensar en lo que estás escribiendo. Incluso las ideas difíciles pueden partirse en palabras pequeñas.

4. Nunca utilices palabras de cuyo significado no estés seguro. Si te saltas esta regla, deberías buscarte otro trabajo.

5. El principiante debería evitar el uso de adjetivos, a excepción de los relativos a colores, tallas y números. Utiliza los menos adverbios posibles.

6. Evita lo abstracto. Ve siempre hacia lo concreto.

7. Cada día, por lo menos durante seis meses, practica la escritura de este modo: frases cortas, claras y concretas. Puede parecerte extraño, pero te estás entrenando en el uso del lenguaje. Puede incluso que te deshagas de malos hábitos de lenguaje que adquiriste en la universidad. Puedes saltarte estas reglas cuando las hayas comprendido y dominado por completo.

miércoles, agosto 17, 2016

Puro sexo

«Prendan las grabadoras de sus telefonos intelectuales y graben, a viva voz, el texto o la improvisación que leerían en Micro Chingón. 

Abriremos una cuenta de sound clud para recopilar todas las lecturas y promocionarlas, subiremos tambien la grabación de los que asistan en vivo. Manden sus audios o enlaces descargables a este mail: alejandro@tintachida.com, con el título "Puro Sexo", a partir de ahoritita y hasta el día 26 de agosto a las 8 pm.

Si estás en la mexica capital, el Micro Chingón #2 (SEXO) será el viernes 26 de agosto a las 8 pm en Bandini. Si quieres venir, regístrate aquí. https://www.facebook.com/events/510746252452884/

Y sí te preguntas: ¿eso de sexo qué o qué? Pus la onda es que este Micro Chingón y los posteriores serán temáticos. Y este es de Sexo. Pero eso da espacio a muchas posibilidades: puedes hablar-leer-contar-escribir cosas contra el sexo, sobre el celibato, a favor del sexo, sobre el no sexo, sobre alguien que nunca tiene sexo, sobre el odio a hablar de sexo... sobre puro sexo-porno-cachondo-erótico-desinteresado-amfibio-reptiliano. ¡Hay muchas posibilidades!»

martes, agosto 16, 2016

Redes y nudos - Jesús Martín-Barbero

«Vivimos hoy en una socialidad de red (M. Castells, 1999), hecha de nudos que son las que conforman las nuevas tribus (M. Maffesoli, 1990; J. M. Pérez Tornero, 1996), esas nuevas grupalidades que particularmente las generaciones jóvenes viven en el cruce de la homogenización inevitable del vestido, de la comida, de la vivienda, con una profunda pulsión de diferenciación. Nuevas comunas cuya ligazón no proviene ni de un territorio fijo ni de un consenso racional y duradero sino de la edad y del género, de los repertorios estéticos y los gustos sexuales, de los estilos de vida y las exclusiones sociales. Y que frente a los tiempos largos, pero también a la rigidez de la identidades tradicionales, amalgaman referentes locales con símbolos vestimentarios o lingüísticos desterritorializados en un replanteamiento de las fronteras políticas y culturales que saca a flote la arbitraria artificiosidad de unas demarcaciones que han ido perdiendo la capacidad de hacernos sentir juntos. Es lo que nos des-cubren a lo largo y ancho de América Latina las investigaciones sobre las tribus de la noche en Buenos Aires, los chavos-banda en Guadalajara y las pandillas juveniles de las comunas nororientales de Medellín (M. Margulis, 1994; R. Reguillo, 1991; A. Salazar, 1990). Lo que está conduciendo a la sociología a retomar la idea weberiana de la “comunidad emocional” —que remite a un cierto retorno de la comunidad abolida por la moderna sociedad, de que hablara Tonnies— para dar cuenta de las hondas transformaciones que atraviesa el nosotros, y la necesidad entonces de reintroducir lo sensible, y no sólo lo mensurable, en el análisis, de “estudiar lo que pasa en el nivel carnal y perceptible de la vida social" (P. Sansot, 1986, 31)»

lunes, agosto 15, 2016

Mi universidad - Vladimir Maïakovski

¿Sabe francés,
restar,
multiplicar?
¡Declina maravillosamente!
¡Que decline!
Pero, oiga,
¿Acaso usted podría cantar en dúo,
con los edificios?
¿Usted acaso comprende
el idioma de los tranvías?
El hombre, a veces,
apenas sale del cascarón
y ya lleva libros bajo el brazo,
y cuadernos escritos.
Yo,
aprendí el alfabeto en los letreros,
hojeando páginas de estaño y hierro.
Los maestros,
toman la tierra,
la descarnan,
la destrozan,
y enseñan:
-Toda ella
no es más que un globo pequeño, redondo.
Pero yo,
con los codos aprendí geografía.
No en vano he dormido tanto sobre la tierra.
Los historiadores se atormentan con importantes preguntas:
-¿Era o no roja la barba de Barbarosa?
¡Que sea!
No me gusta meterme en las mentiras con telaraña.
Yo conozco de Moscú, cualquiera de sus historias.
Hablan de Dobroliúbov (para que lo odien)¹
pero su apellido está en contra,
protesta la familia.
Yo,
desde niño.
aprendí a odiar a los gordos,
a los que se venden por una comida.
Se sientan,
charlan,
y para gustarle a la dama,
hacen sonar sus pobres ideas
con sus frentes llenas de monedas.
Yo,
dialogaba sólo con los edificios,
y las tomas de agua, eran mis interlocutoras,
con la ventana del oído atento escuchando,
los techos oían lo que les arrojaba al oído.
Y luego,
de noche,
sobre una cosa
o la otra
nos pasábamos charlando,
moviendo la "sinhueso".

jueves, agosto 11, 2016

Poema para recordar a Alicia en el espejo - Giovanni Quessep

Aquí lo legendario y lo real
Nuestra historia resulta semejante
A la de esa muchacha maravillosa que penetró en el espejo
Estuvo siempre a punto de desaparecer
Pero ninguno pronunció la fórmula que la devolviera al polvo
Ni Tweedledum ni Tweedledee ni la Reina ni el Rey Rojo
Que lo único que tenía que hacer era despertarse
Tal vez somos un cuento
Tal vez sin que nunca nos percatemos
La nave de Ulises
O el ruiseñor de Keats
(Ese pájaro no destinado a la muerte)
Digamos entonces que lo que ha sido un canto de la Odisea
Continuará siendo nosotros
Sin dejar de ser por eso el país de las maravillas
Y alguien podrá reconocemos
Al escuchar la historia no escrita todavía
En la historia castillo la historia luna múltiple
En la historia juguete destruido
La historia en fin cuando pasó una nube sobre Alicia

Tal vez somos la sombra de ese azul en su mano

Ansia de ficciones - Enrique Vila-Matas

Tomado de El País.

«En el impresionante El campeón ha vuelto, de J. R. Moehringer (Duomo), el narrador recuerda la primera vez que comprendió que sólo hay dos tipos de historias: las que quieren que cuentes y las que quieres contar tú: “Y nadie va a dejarte, así sin más, contar las segundas. Tienes que pelear para ganarte ese privilegio”.

Tanto el gran David Shields (Hambre de realidad, Círculo de Tiza) como el gran Tom McCarthy (Satin Island, Pálido Fuego) están entre los que no narran lo que los demás quieren que narren. Son singulares, con un punto innegable ambos de genialidad, aunque sus poéticas se hallan en polos opuestos. Shields, con su libro construido con citas literarias que discuten los conceptos de originalidad y autoría, se arroja en brazos del “ansia popular de autenticidad que palpita detrás de las novelas basadas en hechos reales”, lo que le sitúa en las antípodas de McCarthy, para quien la autenticidad es el fetiche reaccionario por excelencia, el Santo Grial de la mala literatura: “La autenticidad es el fetiche y también la retórica ideológica dominante de nuestra época, el trasfondo de toda la publicidad: Sé fiel a ti mismo, es decir, compra zapatillas Nike como todo el mundo, etcétera”.

Shields considera que, como consecuencia del ansia de autenticidad, las antaño brillantes construcciones de historias ficticias se están atrofiando. Para McCarthy, en cambio, la ficción está más viva que nunca: la literatura empieza con la toma de conciencia de la más extrema inautenticidad, pues para crear tiene el artista que encontrar una zona en la que pueda ser “radicalmente no original”. Y como ejemplo cita a John Cage, que componía a base de mezclar, de colocar veinte radios en un escenario y sintonizar veinte emisoras distintas a la vez. Porque escribir, dice McCarthy, no es originar una señal, sino recibir, remezclar y retransmitir varias señales al mismo tiempo. McCarthy –“un Kafka de la era Google” para Daily Telegraph– parece concebir al escritor como un sistema inalámbrico o, mejor, como un copista kafkiano al que obsesionaran la falsificación, la duplicación, los impostores: “Es algo clave en toda la literatura, desde Platón hasta hoy. La literatura empieza con la toma de conciencia de la inautenticidad radical”.

¿O acaso alguien aún cree que somos auténticos? Lo que McCarthy propone se relaciona con John Banville, para quien nuestra presencia en la tierra (ver El libro de las pruebas) podría deberse a un “error cósmico”, pues estábamos destinados a otro planeta con cielos más torvos, y los destinados a estar aquí seguro que se han extinguido hace tiempo: imposible que la mayoría de esos delicados terrícolas sobrevivieran en un mundo dispuesto sólo para contener nuestra genética hooligan.

Créanme: quienes se sienten extraños en este planeta (quién sabe si descendientes de los pocos terráqueos originales que pudieron sobrevivir) suelen sentirse aun más desterrados cuando algún tipo “normal” enciende un cigarrillo y les dice que tiene hambre de realidad. Perplejidad absoluta sin límites. ¿Hambre de qué?»

miércoles, agosto 10, 2016

Tomaduras de pelo "artísticas"

Directo, como va, lo dice Javier Rodríguez Marcos en El País. Ideal para un bonito debate:
«César Aira tiene razón: una pieza fundamental del arte contemporáneo es el enemigo del arte contemporáneo. De cuando en cuando un escritor ilustre se marca una tribuna escandalizado por la tomadura de pelo que supone que un objeto cotidiano se exponga en un museo. El último fue Vargas Llosa, que el mes pasado, en este mismo periódico, denunciaba la presencia de un vulgar palo de escoba en las nuevas salas de la Tate Modern.
»Es una pena que la literatura no tenga enemigos de esa altura, porque las librerías están llenas de escobas y nadie dice nada de nada. Necesitamos alguien que, de una vez por todas, denuncie que la poesía ya no rima y que los novelistas no paran de producir bodegones. Luego queremos que los albaricoques sepan a albaricoque.
»Lo triste de los artistas contemporáneos es que han hecho todo lo posible por heredar los privilegios de que gozaba el arte que vinieron a superar. Vinieron a cambiar la sintaxis pero se han conformado con cambiar el léxico. ¡Ingenuos futuristas! Cambiaron las palabras, no el orden de las palabras.»

martes, agosto 09, 2016

Palabra y olvido - Michel Serres

«Se cree que olvidar es un defecto. Pero en realidad es lo contrario, es una cualidad. Le voy a contar una historia: antaño caminábamos en cuatro patas. En cierto momento nos levantamos, entonces las manos perdieron la función de apoyo. Una vez que ganamos las manos, estas sirvieron para agarrar, y ya no lo hacía la boca. La boca perdió su capacidad de atrapar, sí, pero inventamos la palabra. Es decir, que la invención de la función de la mano y la invención de la palabra corresponden a los olvidos, a las pérdidas. Cada vez que se pierde algo, se gana infinitamente más de lo que uno cree.

»Cuando se escribe, se pierde la memoria. Nuestros ancestros no tenían la escritura y por eso estaban obligados a recordar aquello que se decía. En consecuencia, la tradición oral suponía una memoria considerable. Antes de la escritura, nuestro modo de comunicarnos era oral. Por eso era el cuerpo humano, la memoria individual, la que estaba en el centro del saber. Luego se inventó la escritura: descargar en un papel lo que tenemos en la memoria. El soporte dejó de ser el cuerpo humano y pasó al papel. Por eso, desde que escribimos, hemos perdido la memoria, que queda registrada sobre lo escrito. Hay personas que toman apuntes porque temen olvidar. El libro, al reemplazar a la memoria, permite olvidar. Ya no es necesario recordar, lo cual hace más liviano el paso del conocimiento. Cuando la memoria está adentro de la computadora, nos sentimos más livianos todavía. Descargando la información de Internet se libera la mente de un peso. Este download permite nuevas posibilidades. Podemos mantener la intuición, la invención. Desde el momento en que las nuevas tecnologías nos aligeran, estamos condenados a convertirnos en inteligentes.

»La literatura despliega el conjunto de las obras de la imaginación, de la imaginación maestra del conocimiento y la verdad humanos tanto real como virtual. Lo virtual es la esencia de la virtud del ser humano, de su existencia individual o colectiva. Para conocer a las personas en su verdad es preciso instruirse en obras altamente imaginarias como aquellas de la literatura, más profundas que la filosofía y las ciencias humanas que, en cambio, son reales, demasiado reales. ¿Qué es una buena novela o una linda comedia? Son narraciones en las que sucede algo inesperado. ¿Qué es una gran obra de literatura? Es una inmensa invención que revela el destino del hombre.»

sábado, agosto 06, 2016

Ritmo de viaje - José Carlos Becerra

Este cuerpo que yo acaricio lentamente extendiendo la noche,
este cuerpo donde yo he penetrado en mi propia distancia,
en mi sofocamiento de sombra.

Este vientre donde el amor abarca a la noche,
estos senos donde la luz altera los signos,
este cuerpo al que ahora me entrelazo, este cuerpo al que ahora me solicito.

Este cuerpo conmigo se traspone, se vence,
se lleva consigo a la noche y sus altares,
sus caminos ardiendo por su propia señal,
su oleaje, sus costas encendidas...

Esta mujer donde la noche descifra sus juegos ocultos,
este amor al que no debemos llamar amor sino adentro de sus aguas.
Este amor, este amor,
este instante donde el infinito es la obra de los que se aman,
de aquellos que llegan al estanque de cada caricia como buzos sagrados.
Este ritmo, este ritmo de viaje,
esta navegación entre la bruma,
todo lleva consigo su bandera extraviada,
su aurora boreal...

viernes, agosto 05, 2016

De locura y cordura - Miguel de Cervantes

«En la casa de los locos de Sevilla estaba un hombre a quien sus parientes habían puesto allí por falto de juicio. Era graduado en cánones por Osuna, pero aunque lo fuera por Salamanca, según opinión de muchos, no dejara de ser loco.

Este tal graduado, al cabo de algunos años de recogimiento, se dio a entender que estaba cuerdo y en su entero juicio, y con esta imaginación escribió al arzobispo suplicándole encarecidamente y con muy concertadas razones le mandase sacar de aquella miseria en que vivía, pues por la misericordia de Dios había ya cobrado el juicio perdido, pero que sus parientes, por gozar de la parte de su hacienda, le tenían allí, y a pesar de la verdad querían que fuese loco hasta la muerte.

El arzobispo, persuadido de muchos billetes concertados y discretos, mandó a un capellán suyo se informase del retor de la casa si era verdad lo que aquel licenciado le escribía, y que asimesmo hablase con el loco, y que si le pareciese que tenía juicio, le sacase y pusiese en libertad. Hízolo así el capellán, y el retor le dijo que aquel hombre aún se estaba loco, que puesto que hablaba muchas veces como persona de grande entendimiento, al cabo disparaba con tantas necedades, que en muchas y en grandes igualaban a sus primeras discreciones, como se podía hacer la esperiencia hablándole. 

Quiso hacerla el capellán, y, poniéndole con el loco, habló con él una hora y más, y en todo aquel tiempo jamás el loco dijo razón torcida ni disparatada, antes habló tan atentadamente, que el capellán fue forzado a creer que el loco estaba cuerdo. Y entre otras cosas que el loco le dijo fue que el retor le tenía ojeriza, por no perder los regalos que sus parientes le hacían porque dijese que aún estaba loco y con lúcidos intervalos; y que el mayor contrario que en su desgracia tenía era su mucha hacienda, pues por gozar della sus enemigos ponían dolo y dudaban de la merced que Nuestro Señor le había hecho en volverle de bestia en hombre. Finalmente, él habló de manera que hizo sospechoso al retor, codiciosos y desalmados a sus parientes, y a él tan discreto, que el capellán se determinó a llevársele consigo a que el arzobispo le viese y tocase con la mano la verdad de aquel negocio.

Con esta buena fee, el buen capellán pidió al retor mandase dar los vestidos con que allí había entrado el licenciado. Volvió a decir el retor que mirase lo que hacía, porque sin duda alguna el licenciado aún se estaba loco. No sirvieron de nada para con el capellán las prevenciones y advertimientos del retor para que dejase de llevarle. Obedeció el retor viendo ser orden del arzobispo, pusieron al licenciado sus vestidos, que eran nuevos y decentes, y como él se vio vestido de cuerdo y desnudo de loco, suplicó al capellán que por caridad le diese licencia para ir a despedirse de sus compañeros los locos. 

El capellán dijo que él le quería acompañar y ver los locos que en la casa había. Subieron, en efeto, y con ellos algunos que se hallaron presentes; y llegado el licenciado a una jaula adonde estaba un loco furioso, aunque entonces sosegado y quieto, le dijo: 

—Hermano mío, mire si me manda algo, que me voy a mi casa, que ya Dios ha sido servido, por su infinita bondad y misericordia, sin yo merecerlo, de volverme mi juicio: ya estoy sano y cuerdo, que acerca del poder de Dios ninguna cosa es imposible. Tenga grande esperanza y confianza en Él, que pues a mí me ha vuelto a mi primero estado, también le volverá a él, si en Él confía. Yo tendré cuidado de enviarle algunos regalos que coma, y cómalos en todo caso, que le hago saber que imagino, como quien ha pasado por ello, que todas nuestras locuras proceden de tener los estómagos vacíos y los celebros llenos de aire. Esfuércese, esfuércese, que el descaecimiento en los infortunios apoca la salud y acarrea la muerte. 

Todas estas razones del licenciado escuchó otro loco que estaba en otra jaula, frontero de la del furioso, y, levantándose de una estera vieja donde estaba echado y desnudo en cueros, preguntó a grandes voces quién era el que se iba sano y cuerdo. El licenciado respondió: 

—Yo soy, hermano, el que me voy, que ya no tengo necesidad de estar más aquí, por lo que doy infinitas gracias a los cielos, que tan grande merced me han hecho». 

—Mirad lo que decís, licenciado, no os engañe el diablo —replicó el loco—; sosegad el pie y estaos quedito en vuestra casa, y ahorraréis la vuelta. 

—Yo sé que estoy bueno —replicó el licenciado—, y no habrá para qué tornar a andar estaciones. 

—¿Vos bueno? —dijo el loco—. Agora bien, ello dirá, andad con Dios; pero yo os voto a Júpiter, cuya majestad yo represento en la tierra, que por solo este pecado que hoy comete Sevilla en sacaros desta casa y en teneros por cuerdo, tengo de hacer un tal castigo en ella, que quede memoria dél por todos los siglos de los siglos, amén. ¿No sabes tú, licenciadillo menguado, que lo podré hacer, pues, como digo, soy Júpiter Tonante, que tengo en mis manos los rayos abrasadores con que puedo y suelo amenazar y destruir el mundo? Pero con sola una cosa quiero castigar a este ignorante pueblo, y es con no llover en él ni en todo su distrito y contorno por tres enteros años, que se han de contar desde el día y punto en que ha sido hecha esta amenaza en adelante. ¿Tú libre, tú sano, tú cuerdo, y yo loco, y yo enfermo, y yo atado? Así pienso llover como pensar ahorcarme. 

A las voces y a las razones del loco estuvieron los circustantes atentos, pero nuestro licenciado, volviéndose a nuestro capellán y asiéndole de las manos, le dijo: 

—No tenga vuestra merced pena, señor mío, ni haga caso de lo que este loco ha dicho, que si él es Júpiter y no quisiere llover, yo, que soy Neptuno, el padre y el dios de las aguas, lloveré todas las veces que se me antojare y fuere menester. 

A lo que respondió el capellán: 

—Con todo eso, señor Neptuno, no será bien enojar al señor Júpiter: vuestra merced se quede en su casa, que otro día, cuando haya más comodidad y más espacio, volveremos por vuestra merced. 

Rióse el retor y los presentes, por cuya risa se medio corrió el capellán; desnudaron al licenciado, quedóse en casa, y acabóse el cuento.»


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Primer capítulo de la Segunda Parte de Don Quijote de la Mancha.

jueves, agosto 04, 2016

Puentes

Una señora espera, mira a los conductores y nada. Espera. Muchos pasan y ven su celular mientras manejan. Espera. Harían bien las autoridades en no sólo pintar los puentes o pasos peatonales que están en la avenida Salvador Nava, antes conocida como Diagonal Sur. Urge ampliarlos. Resulta que muchos no llegan a la orilla, y para cruzar los carriles laterales hasta donde inician los puentes se pierden hasta diez minutos, en la espera de que no pasen carros o, más raro aún, que algún conductor consciente ceda el paso. Los topes no sirven para aminorar el paso de muchos autos y más cuando —como en el caso de la calle Independencia, en las fotografías— hay a pocos pasos una subida a los carriles centrales, o porque los camiones que por ahí tienen su parada dificultan la visión en una zona llena de escuelas. Las horas pico se vuelven una odisea y sólo los osados pueden aminorar el tiempo de espera, entrándole a la fiesta brava del cruce de la vía.


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martes, agosto 02, 2016

CRIMENTALES: DIEZ AÑOS DEL BLOG

El 2 de agosto de 2006 publiqué la primera entrada en este sitio, que mucho ha cambiado porque mucho he cambiado. A veces ni yo me reconozco, muchas veces para mal. Pero aquí seguimos. Muy pronto habrá más cambios y noticias.

Hay quienes minimizan la escritura en los blogs, pues los diarios (algunos) y los libros son lo que rifan, pero como escribe Luis Bugarini:
Desacreditar al blog equivale a menospreciar un canal legítimo para manifestar ideas de manera gratuita ya que, como nunca antes en la historia, las herramientas para la publicación de contenidos habían estado tan a mano. El crítico, sea heroico, hedónico o de cualquier otra taxonomía, no es distinto de cualquier otro usuario. Desea intervenir en el contexto a partir de sus intuiciones/investigaciones. Mucho conocimiento que se genera merece ser compartido, lo mismo que libros sin reedición, publicados a precios poco accesibles y otros productos del pensamiento. El arte experimental, por ejemplo, se articula en espacios no oficiales antes de su reconocimiento, de ser el caso. Esta persecución de ecos, latidos y susurros alimentan la cultura de la misma forma que la esperada novela del autor canónico. El mejor crítico no será el más arriesgado, sino el que tenga mayor información al alcance. La red es un espacio ilimitado para la construcción de una identidad crítica. Sus posibilidades son infinitas. No pocos blogs se han vuelto una referencia obligada para tal o cual asunto. De igual forma, individuos sin antecedentes pero con la astucia suficiente lograron posicionarse en lugares antes inaccesibles.
He abierto espacios en otras redes sociales, compartimos lecturas en otros sitios. Y como desde hace un mes, los invito a que los domingos me acompañen con la lectura de mi columna "Crimentales" en Pulso Diario de San Luis.

Este ha sido mi territorio, y agradezco a lectores habituales y casuales que ya casi lleguemos a las 380 mil visitas. Usos: paliativo contra la desmemoria, cuaderno de apuntes, catálogo de obra, archivo, recordatorio de lecturas, hoja de anuncios... De todo un poco, para que nada humano nos sea ajeno.