jueves, noviembre 30, 2017

Yo odiseo, tú odiseas...


"Homero compuso la Odisea; postulado un plazo infinito, con infinitas circunstancias y cambios, lo imposible es no componer, siquiera una vez, la Odisea. Nadie es alguien, un solo hombre inmortal es todos Jos hombres. Como Comelio Agripa, soy dios, soy héroe, soy filósofo, soy demonio y soy mundo, lo cual es una fatigosa manera de decir que no soy..."
Jorge Luis Borges

"Habiendo llegado a la corte de los feacios, Ulises escucha a un aedo ciego como Homero que canta las vicisitudes de Ulises; el héroe rompe a llorar; después se decide a contar él mismo. En su relato, llega hasta el Hades para interrogar a Tiresias, y Tiresias le narra a continuación su historia. Después Ulises encuentra a las sirenas que cantan; ¿qué cantan? La Odisea una vez más, quizás igual a la que estamos leyendo, quizá muy diferente. Este retorno-relato es algo que existe antes de estar terminado: preexiste a la situación misma..."
Italo Calvino

"Circe: No hay sueños en mí, Ulises. No proyecto sombra sobre cosa alguna. El mundo es como una rueda radiante que comienza a girar cada mañana cuando abro los ojos. ¡Es todo tan sencillo! Un pájaro atraviesa el cielo: vuela, nada más. Una herramienta es brillante y dura: ha sido hecha por el ingenio. El mar está siempre despierto; las piedras duermen siempre. Yo no sueño, Ulises: cuento: una brizna, las estrellas, el aroma del heno, la lluvia, los árboles. Y como no quiero repetir nada, a nada le pido permanencia. La vida es como el agua: tócala con la mano abierta y la sentirás vivir, siempre igual en su fuga. Pero si aprietas la mano para cogerla, la pierdes. Mucha gente ha pasado —de muchas leyes y distintos países— por esta casa a orillas del mar. Y en cada uno la felicidad tenía un nombre diferente; pero se trataba siempre de alguna vieja y arrugada historia que llevaban a cuestas. ¡Quédate, Ulises!"
Agustí Bartra


miércoles, noviembre 29, 2017

La palabra como virus - William S. Burroughs

«Las palabras habladas son unidades verbales que se refieren a esta secuencia pictórica. ¿Y qué es entonces la palabra escrita? Mi teoría fundamental es que la palabra escrita fue literalmente un virus que hizo posible la palabra hablada. La palabra no ha sido reconocida como un virus porque alcanzó un estado de simbiosis estable con el huésped…

»Kurt Unruh von Steinplatz desarrolló una interesante teoría sobre los orígenes y la historia de este viruspalabra. Postula que la palabra es un virus de los denominados de mutación biológica que efectuó una modificación de carácter biológico en su huésped, transmitida luego genéticamente. Una de las razones por las que los simios no pueden hablar es simplemente porque la estructura interna de sus gargantas no está diseñada para formular palabras. Él sostiene que la alteración de la estructura interna de la garganta fue ocasionada por una enfermedad viral… Y no ocasionalmente… Esta enfermedad puede haber tenido perfectamente una alta tasa de mortalidad pero algunos simios hembras deben haber sobrevivido para dar a luz a los niños prodigio. La enfermedad tal vez asumió una forma más maligna en el macho por su estructura muscular más desarrollada y más rígida y causó la muerte por estrangulación y fractura vertebral. Como el virus tanto en machos como en hembras precipita el frenesí sexual irritando los centros sexuales del cerebro, los machos fecundaban a las hembras en sus espasmos de muerte y la alterada estructura de la garganta era transmitida genéticamente. Habiendo efectuado alteraciones en la estructura del huésped que dieron como resultado una nueva especie diseñada especialmente para alojarlo, el virus puede ahora replicarse sin perturbar el metabolismo y sin ser reconocido como un virus...

»Steinplatz plantea que el virus de la mutación biológica, al que llama Virus B-23, está contenido en la palabra. Liberar a este virus de la palabra podría ser más peligroso que liberar la energía del átomo. Porque todo el odio todo el dolor todo el miedo toda la lujuria están contenidos en la palabra...»


- - - - 
(Onírico, vampírico, extraterrestre o teórico del Planeta de los Simios, en La revolución electrónica, 1970) (Y va el enlace un interesante análisis del texto de Burroughs en Círculo de Estudios Anatquistas Prometeo)

martes, noviembre 28, 2017

El ser es escritura - Roberto Juarroz

32

El poema continuo,
la escritura continua,
el texto que nunca se termina
y nunca se interrumpe,
el texto equivalente a ser.

La vida se convierte
en una forma de escritura
y cada cosa es una letra,
un signo de puntuación,
la inflexión de una frase.

Inaugural metabolismo
de una filología
que ha descubierto un nuevo verbo:
el verbo siempre.

La poesía se escribe siempre,
vivir se vive siempre,
algo despierta siempre:
poema-siempre.

El ser es escritura.

Y una palabra es suficiente
para toda la acción:
siempre.El otro verbo,
nunca,
es tan sólo su sombra.

lunes, noviembre 27, 2017

Lectura este jueves


Espera en la orilla de un largo y lento río
en la otra orilla está Caronte el cielo brilla túrbido
(no es por lo demás ningún cielo) Caronte
ya está aquí se limitó a lanzar la cuerda hasta una rama
ella (el alma) saca el óbolo
que rápidamente se agriaba bajo su lengua
se sienta detrás en la barca vacía
todo esto sin una palabra
Zbiegnew Herbert

*

Escribo un poema al portador, anudo un fajo de palabras como quien ahorra, como poseído, y no es por avaro. Escribo estas líneas por si acaso, escribo apenas en lo que caen tres monedas (y se abre la puerta y veo tu foto) y dictan mi suerte. En lo que brilla el sol en la piedra en un instante.

No encuentro mi caja negra ni sé mis coordenadas: 
sé que suelo precipitarme 
pero manden gasolina 
porque no pienso 
a
te
r
r
i
z
a
r.



Un preview del libro (librito, poemario, plaquette, folleto) en
Scribd

Y acá una lista de canciones a manera de fondo musical del libro.



Hablaremos de de libertad y "libertad", de la palabra como pasión, propuesta o simple "masturbación mental", del dinero y su inversión, del amor.

viernes, noviembre 24, 2017

Recuento - Pere Gimferrer

Ensayos he escrito desvaídos borradores esbozos
a la luz de una lámpara
apenas un valor decorativo
como figuras pintadas en la pantalla de una lámpara
piscinas con cisnes de plástico
me muerdo los labios y una gota de sangre vacila
besar al leproso
horror de los contrarios la caverna plutónica el vendaval sulfúreo
el otoño como un órgano profundo en las catedrales del agua
vivo de imágenes son mi propia sangre
la sangre es mi idioma ciego en la luz del planeta
buceando en la tiniebla con rifle submarino
un arpón oh sombras de delfines en mi vida
oh sombras de delfines
van y vienen en la verdosa oscuridad
cuánto quise decir que mis versos no dicen
cuánto mis versos dicen que yo no sabría decir
como una máquina tragaperras en Las Vegas o Phoenix City
y el fullero de smoking sale a una luz de carrusel
Cuando envejezca pensaré en mis versos
como en esas inacabadas historias de familia
con cenas y despachos y salones
las sonrisas de mis primas muertas hace tantos años
envejecidas como un vestido de encaje apolillado
una muñeca abandonada en los desvanes
la sonrisa de una muñeca
sus ojos como canicas o vidrios de colores
como canicas o vidrios de colores mis versos
pero todo adquirirá otra luz una nueva perspectiva
como la sala en penumbra desde una cabina de proyección
las sombras plateadas de los mares del Sur
con guirnaldas de flores las canoas en el Pacífico
este azul tan intenso que por las noches fosforece
versos fosforescentes en la noche
emitiendo señales de radio bajo las aguas como un submarino perdido
el Scorpion de la VI Flota ante los cabos de Virginia
Norteamérica un nido de escorpiones
no regresan sus señales de radio se pierden en la noche
se hunden en la pesada oscuridad de las olas
emitiendo mis versos
ya desde la vejez versos de veinte años
con palabras de entonces que se han vuelto románticas
como automóviles de principios de siglo
charolados y oscuros y encendidos
mis versos
como en el teatro Kabuki o en una obra griega
maquillajes y máscaras siempre máscaras
Personae dijo Pound
amarillos y azules y encarnados
colores vivos de instantánea Kodak
algunos no regresan se han ido las imágenes
mariposa en cenizas
otros aún fosforecen sobre la noche de los rascacielos
regresan como muchachos heridos en la ciénaga
pólvora y ojos verdes
un guerrillero bajo las estrellas metálicas
fuego de granadas Primavera
mis ojos han visto la hoguera de Savonarola
la muerte de Ernesto Guevara
y como Sandro Botticelli la fría luz de una plaza desnuda
edificios vacíos como un esbozo de arquitecto
Los milagros de san Zenobio pintado hacia 1500
ya no tenía fe
se desvanece el verde sombrío de las hojas y las diáfanas cabelleras de oro
sirenas de ambulancias vienen de Luna Park
aúllan en la noche
y a lo lejos la rueda luminosa
música toboganes laberintos
la lluvia en Luna Park y el frío de la Morgue y los recuerdos



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Gimferrer (Barcelona, 1945) es ahora Premio Internacional de Poesía Federico García Lorca.

jueves, noviembre 23, 2017

Abierta día y noche...

"Es fácil y sencillo bajar a las profundidades del Averno, pues la tenebrosa
puerta del sepulcro está abierta día y noche; sin embargo, el regreso hacia arriba, a
la clara atmósfera del cielo, pasa por un sendero duro y doloroso..."

Virgilio: Eneida, VI. 126-129


* * *


"Por mí se va a la ciudad del llanto; por mí se va al eterno dolor; 
por mí se va hacia la raza condenada; la justicia animó a mi sublime arquitecto; 
me hizo la divina potestad, la suprema sabiduria y el primer amor. 
Antes que yo no hubo nada creado, a excepción de lo eterno, y yo duro eternamente. 
¡Oh, vosotros, los que entráis, abandonad toda esperanza!..."

Dante: La Comedia, El infierno, Canto Tercero


* * *


Viene a cantar (si canta) a nuestra puerta,
a todas las puertas. Aquí se queda,
aquí planta su casa y paga su condena
porque nosotros somos el Infierno.

Eugenio Montejo: Orfeo

miércoles, noviembre 22, 2017

Los derechos de los lectores - Daniel Pennac

1. El derecho a no leer.
"El derecho a no leer nos permite períodos de dieta, durante los cuales no tenemos ningún libro en nuestras manos, ya sea porque existen otras obligaciones, otros entretenimientos u otros intereses que ocupan nuestro tiempo, sin dejar por ello de seguir siendo lectores".

2. El derecho a saltarnos páginas.
"Un gran peligro les acecha si no deciden por ellos mismos lo que está a su alcance y se saltan las páginas que ellos escojan: otros lo harán en su lugar. Se armarán con las grandes tijeras de la imbecilidad y recortarán todo lo que consideren demasiado 'difícil'".

3. El derecho a no terminar un libro.
"Hay treinta y seis mil motivos para abandonar una novela antes del final: la sensación de ya leída, una historia que no nos engancha, nuestra desaprobación total a la tesis del autor, un estilo que nos pone los pelos de punta, o por el contrario una ausencia de escritura que no es compensada por ninguna razón de seguir adelante... Inútil enumerar las 35.995 restantes".

4. El derecho a releer.
"Releer no es repetirse, es ofrecer una prueba nueva de un amor infatigable. Así que releemos […] Releemos gratuitamente, por el placer de la repetición, la alegría de los reencuentros, la comprobación de la intimidad".

5. El derecho a leer cualquier cosa.
"Existe lo que yo llamaría una 'literatura industrial' […] Éstas serán, con seguridad, malas novelas. ¿Por qué? Porque no tienen nada que ver con la creación sino con la reproducción de 'formas' preestablecidas, porque son un intento de simplificación (es decir de mentiras), cuando la novela es arte de verdad (es decir de complejidad), porque al halagar nuestros automatismos, adormecen nuestra curiosidad, en fin, y sobre todo, porque el autor no está allí, como tampoco está la realidad que pretende describirnos".
"Una de las grandes alegrías del pedagogo es —cuando está autorizada cualquier lectura— ver a un alumno cerrar solo la puerta de la fábrica best-seller para subir a respirar donde el amigo Balzac".

6. El derecho al bovarismo.
"Vilipendiamos la estupidez de las lecturas adolescentes, pero no es raro que nos rindamos al éxito de un escritor telegénico, del que nos burlaremos cuando haya pasado de moda. Las preferencias literarias se explican muy bien por esta alternancia de nuestros caprichos ilustrados y de nuestras negaciones perspicaces.

7. El derecho a leer en cualquier sitio.
Si, yo puedo sin mentir, y esto es doctrina
decir que leí entero a Gogol en la letrina.

8. El derecho a hojear.
"Yo hojeo, nosotros hojeamos, dejémosles hojear. Cuando no se dispone ni de tiempo ni de los medios para regalarse con una semana en Venecia, ¿por qué negarse el derecho a pasar allí cinco minutos?"

9. El derecho a leer en voz alta.
"¿Ya no tenemos derecho a meternos las palabras en la boca antes de clavárnoslas en la cabeza? ¿Ya no hay oído? ¿Ya no hay música? ¿Ya no hay saliva? ¿Las palabras ya no tienen sabor?"

10. El derecho a callarnos.
"El hombre construye casas porque está vivo, pero escribe libros porque se sabe mortal. Vive en grupo porque es gregario, pero lee porque se sabe solo. (...) Nuestras razones para leer son tan extrañas como nuestras razones para vivir. Y nadie tiene poderes para pedirnos cuentas sobre esta intimidad."

martes, noviembre 21, 2017

La alegría de escribir - Wislawa Szymborska

¿Hacia dónde corre por el bosque escrito el corzo escrito?
¿A saciar su sed a orillas del agua escrita
que le calcará el hocico cual hoja de papel carbón?
¿Por qué alza la cabeza?, ¿ha oído algo?
Sobre sus cuatro patas, prestadas por la realidad,
levanta la oreja bajo mis dedos.
Silencio —palabra que cruje en el papel
y separa las ramas que brotan de la palabra «bosque».

A punto de saltar sobre la página en blanco acechan
letras que acaso no congenien,
frases tan insistentes
que consumarán la invasión.

Una gota de tinta contiene una sólida reserva
de cazadores, apuntando con un ojo ya cerrado,
preparados para el descenso por la .pluma empinada,
para cercar al corzo y llevarse el fusil a la cara.

Olvidan que esto, lo de aquí, no es la vida.
Aquí, negro sobre blanco, rigen otras leyes.
Un abrir y cerrar de ojos durará cuanto yo quiera,
se dejará fraccionar en eternidades minúsculas
llenas de balas detenidas en pleno vuelo.

Nada sucederá si yo no lo ordeno.
Contra mi voluntad no caerá la hoja,
ni una brizna se inclinará bajo la pezuña del punto final.
¿Existe, pues, un mundo
cuyo destino regento con absoluta soberanía?
¿Un tiempo que retengo con cadenas de signos?
¿Un vivir que no cesa si éste es mi deseo?

Alegría de escribir.
Poder de eternizar.
Venganza de una mano mortal.

lunes, noviembre 20, 2017

sábado, noviembre 18, 2017

Géneros

"De uno u otro modo, es siempre el hombre el tema esencial del arte. Y los géneros entendidos como temas estéticos irreductibles entre sí, igualmente necesarios y últimos, son amplias vistas que se toman sobre las vertientes cardinales de lo humano. Cada época trae consigo una interpretación radical del hombre. Mejor dicho, no la trae consigo, sino que una época es eso. Por esto, cada época prefiere un determinado género..."
José Ortega y Gasset

"La creación artística consistirá, dentro del marco inmutable de una confrontación de la estructura y del accidente, en buscar el diálogo, ya sea con el m,odelo, ya sea con la materia, ya sea con el utilizador, habida cuenta de aquél o de aquélla, de las que el artista que está trabajando anticipa, sobre todo, el mensaje".
Claude Levi-Strauss

"Para escribir, tal vez haga falta que la lengua materna sea odiosa, pero de tal modo que una creación sintáctica trace en ella una especie de lengua extranjera, y que el lenguaje en su totalidad revele su aspecto externo, más allá de la sintaxis. Sucede a veces que se felicita a un escritor, pero él sabe perfectamente que anda muy lejos de haber alcanzado el límite que se había propuesto y que incesantemente se zafa, lejos aún de haber concluido su devenir..."
Ricardo Piglia

"El género, es una marca para el lector que obtiene así una idea previa de lo que va a encontrar cuando abre lo que se llama novela o un poema; y es una señal para la sociedad que caracteriza como literario un texto que tal vez podría ser circulado sin prestar atención a su condición de artístico..."
Miguel Ángel Garrido


De El libro de las preguntas - Edmond Jabès

Introducción

El libro de las preguntas es el libro de la memoria.
A los obsesivos interrogantes sobre la vida, la palabra, la libertad, la elección, la muerte, responden rabinos imaginarios
cuya voz es la mía. Las respuestas que da esta obra, dos amantes perdidos vendrán a leerlas; por mi parte, he intentado, al margen de la tradición
y a través de los vocablos, recobrar los caminos de mis fuentes.
Para existir se necesita primero ser nombrado; pero para entrar en el universo de la escritura, es necesario asumir,
con el propio nombre, la suerte de cada sonido, de cada signo que lo perpetúan.
De un idilio simple y trágico surge un canto de amor que es, a pesar de todo, canto de esperanza. Este canto ambiciona
hacernos asistir al nacimiento de la palabra y, en dimensión más que real, a un ensanche del umbral del sufrimiento que ilustra
una colectividad perseguida, cuyo lamento es retomado, era tras era, por sus mártires.

viernes, noviembre 17, 2017

Asperger

«Comunicación: Tenemos una interpretación -habitualmente- literal del lenguaje, que no contempla el contexto, sino que le asignamos a las palabras un significado rígido. Esto podría llevarnos a tomar literalmente dichos, o a realizar un análisis racional a expresiones humorísticas que, al no resistir dicho análisis, para nosotros no tuviera sentido. Aspecto que puede confundirse con incomprensión del humor.

»Además, tenemos un desarrollo diferente en nuestra Teoría de la Mente (capacidad para deducir los estados mentales del otro) y menor registro del lenguaje no verbal. Esto hace muchas veces que seamos mal interpretados, o malinterpretemos al resto.

»Nuestra facilidad para expresar lo que pensamos, podría ser la clave para encontrar un modo de comunicación alternativo al no verbal, pero para ello se necesita que las personas que nos rodean estén dispuestas a expresarse de igual modo.

»El medio escrito suele sernos de utilidad.

»Pensamiento: Tenemos una alta capacidad para el pensamiento hiper-lógico y deductivo. Además, tenemos facilidad para sistematizar la información referente a nuestros temas de interés.

»Nuestra cultura, creencias y convicciones suelen estar basadas en conceptos que han logrado pasar por nuestro análisis racional sin ser refutadas. Por ello es que tenemos fuertes convicciones que no siempre coinciden con las enseñadas en el entorno familiar.

»Rutina: Necesitamos estructura. Los cambios abruptos nos generan ansiedad, ya que estos significan romper con la armonía en la que tanto hemos trabajado. Somos como directores de orquesta, lidiando con miles de ondas sonoras a la vez e intentando que suenen lógicas entre sí. Una sola nota que se sale de lugar, y el clima armónico se rompe. La anticipación nos ayuda a procesar estos cambios...»

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"Liga 7 Asperger: Somos Asperger", en Autismo Diario

martes, noviembre 14, 2017

La huella del nómada - Miguel Veyrat

Vive en su mente una lengua
que se apoya sobre el viento:
De luciérnagas se nutre
y ya sabe como el fuego,
que posee cuanto nombra.
Pero la huella del nómada
sólo es un aroma, una palabra,
acaso una canción que acude
hasta el lugar donde se inicia
la espiral del gran regreso.
Así es el viajar del hombre,
temeroso de sombras y evidencias:
Para cruzar los desiertos,
loco de amor trastorna
la razón de las palabras.
Y sólo existe cuanto mira,
vive solamente aquello
que en él se ilumina y crea.

lunes, noviembre 13, 2017

#TweetPorViaje

Con motivo del Día Nacional del Libro la Secretaría de Cultura Federal, la Secretaría de Cultura de la Ciudad de México y el Sistema de Transporte Colectivo convocaron a la Cuarta Jornada de Literatura en Twitter, con la etiqueta #TweetPorViaje. Recomiendo en mis talleres como ejercicio tomar cualquier tema y darle vueltas, trabajarlo, no tenerle miedo a la falta de inspiración, buscar gimnasios como Cuentubre o Nanowrimo. Entrarle a juegos literarios como los que a veces organizan Alberto Chimal o José Luis Zárate. Como digo en la columna de ayer, hay que jugar y disfrutar (el lenguaje, en este caso). Total... Y bueno, como ayer estaba de ocioso, esto pasó:



Otros tuits en @corazontodito al respecto:


*
—¡Ya es tarde! —dijo el Conejo Blanco mientras bajaba las escaleras de Miguel Ángel de Quevedo. Lo seguí: cambios de tamaño, sonrisas, llanto y locura. De todo había.


* *
Y Kublai Kan volvió a maravillarse, más si cabe, de los nuevos viajes de Marco Polo en la línea verde, hasta los confines de C.U.


* * *
Metonimia o "metronimia": ¡cuántas historias viajan por las venas de la Ciudad de México y la hacen latir!


* * * *
No es que en La Raza todos vayan corriendo. Es el efecto dimensional de la bóveda celeste en el Tunel de la Ciencia.


* * * * *
Pero al empezar su relato de lo que pasó con los tres estudiantes que subieron en Copilco, Scherezada guardó un discreto silencio... 

domingo, noviembre 12, 2017

Alcachofas, lecturas y respiración

Porque hay libros de cabecera 
y otros que apenas, en caso de emergencia, sirven de almohada, 
digamos que de lo leído, lo que aparezca.


"La realidad del mundo se presenta a nuestros ojos múltiple, espinosa, en estratos apretadamente superpuestos. Como una alcachofa. Lo que cuenta para nosotros en la obra literaria es la posibilidad de seguir deshojándola como una alcachofa infinita, descubriendo dimensiones de lectura siempre nuevas".
Italo Calvino


"Me gustaría leer
uno de los poemas
que me arrastraron a la poesía.
No recuerdo ni una sola línea,
ni siquiera sé dónde buscar.
Lo mismo
me ha pasado con el dinero,
las mujeres y las charlas a última hora de la tarde.
Dónde están los poemas
que me alejaron
de todo lo que amaba
para llegar a donde estoy
desnudo con la idea de encontrarte."
Leonard Cohen


"Porque ahora paso mi mano sobe el envés de las hojas y sé leer su alfabeto
y si cierro los ojos oigo correr un río y es tu voz que despierta".
Piedad Bonnett


"yo seré en tu recuerdo como un libro prohibido
uno de esos que nadie confiesa haber leído".
José Ángel Buesa


"Como un libro al atardecer, hermoso pero falso.
Como un libro al alba, hermoso y verdadero".
Wallace Stevens


(y miau por aquí)

viernes, noviembre 10, 2017

Cerebro: "mediador, no causador..." - Marino Pérez Álvarez

«El cerebro humano actual es exactamente igual desde hace veinte, treinta o incluso cuarenta mil años, según algunos autores. Y sin embargo, actividades como el lenguaje, la escritura, la geometría o la ciencia han aparecido cronológicamente después; actividades cuya causa se atribuye en muchas ocasiones y de forma engañosa al cerebro. Todas estas actividades, incluyendo el lenguaje y la escritura, tienen una historia social y colectiva, no generada por un cerebro, sino por individuos, que tienen un cerebro, sí, pero que viven en una sociedad, en un contexto, que tienen sus circunstancias y unas posibilidades de vida. Y son esos contextos los que han permitido que el propio cerebro evolucione. El cerebro no crea estas actividades, sino que las media, las permite. El cerebro es un órgano mediador, no causador, de las actividades humanas. El cerebro forma parte de un andamiaje (como se dice en términos evolutivos y psicológicos) histórico y cultural gracias al cual media las actividades humanas, pero no las crea. Por eso hablo del “mito del cerebro creador”; porque el cerebro no crea, sino que media y permite la existencia de las actividades que se le atribuyen, pero estas actividades son históricas y sociales, colectivas, antes que generadas por ningún cerebro...

»Es absolutamente fundamental que los científicos sepan de filosofía. Todo científico, al margen de la opinión que tenga de la filosofía, aun pensando que la filosofía no es relevante para él o que ésta está superada por la ciencia, tiene una filosofía espontánea. Todo científico tiene unas concepciones espontáneas de la propia ciencia. De este modo, cuando dice que todo se reduce al cerebro o a la neuroquímica, está planteando un concepto filosófico y no propiamente científico. En ese sentido los científicos deberían tener una mayor conciencia y formación filosófica, para evitar seguir esa filosofía espontánea, a menudo ridícula e infantil, que no llega seguramente ni a la época de los presocráticos, que reducían todo al agua, al fuego, al aire… Muy a menudo los neurocientíficos actuales reducen todo a la química y en ese sentido están siendo presocráticos. Así que la formación filosófica de los científicos es fundamental, pues muchos de sus problemas son filosóficos y conceptuales y no meramente técnicos. Hay un gran error, yo lo escucho muy a menudo, que consiste en que las ciencias derivan de la filosofía, y que por tanto la filosofía perdió su sentido porque ha derivado en las distintas ciencias (la química, la física, la psicología, la sociología…). Eso no es cierto; las ciencias no derivan de la filosofía, sino que derivan de las prácticas históricas de los distintos campos de las ciencias, y la filosofía surge precisamente por las contradicciones y complejidades que generan las propias ciencias al entrar en contacto, en contradicción, unas con otras. De modo que la filosofía no está excusada por las ciencias, sino que las ciencias necesitan de la filosofía. La filosofía brota de las ciencias. Así que por concluir, sí, considero que los científicos debieran tener más conciencia y formación filosófica, para evitar quedar a disposición de esa filosofía espontánea sin saber si quiera que la tienen.»

Entrevista con Inés Abalo en Ventana al Cerebro.

jueves, noviembre 09, 2017

Luis Cortés Bargalló, Premio Iberoamericano de Poesía Carlos Pellicer

Leo los resultados de los Premios Bellas Artes de Literatura 2017 y brinco y grito de alegría. Mi maestro y amigo de tantos años, el poeta y editor Luis Cortés Bargalló es reconocido con el Premio Iberoamericano Bellas Artes de Poesía Carlos Pellicer para Obra Publicada con su libro "La lámpara hacia abajo". Desde aquí va un brindis a quien generosamente brinda poesía al mundo.

De una entrevista a Luigi en Círculo de Poesía:
Lo tengo bastante claro: no sé si soy poeta. Te lo digo con toda sinceridad. Esa pregunta me la hizo Gabriel Trujillo no hace mucho y tuve que responderle que yo no consideraba que el hecho de escribir poemas fuera algo que indicara una identidad. Más bien, creo que el “ser” poeta tiene que ver con poder ser algo que no eres, otro: porque en realidad un poeta no es propiamente una “persona”, es algo distinto; “un poeta es lo más antipoético que existe”, decía John Keats cuando lo remitía a la persona. No sé si soy poeta, pero tampoco me interesa saberlo. Cuando escribo mis textos, eso que pretenden ser poemas, no los escribo para sondear en una identidad, para afirmarla o descubrirla, sino porque sencillamente es algo que me mantiene ahí, en un lugar, quizá fuera de mí, en el que quiero estar, una zona de la que no me quiero alejar. Eso que llamamos lo poético, eso que llamamos poesía y aun la tentativa del poema es algo muy demandante, una fuerza muy poderosa que te exige mucho, pero que no sabe vivir en otro lugar que no sea el centro de tu vida, en cuanto se sale de ahí ya desapareció, se va, con una identidad no pasaría eso. Buscar su cercanía, sin embargo, sí es algo que se constituye en necesidad. En su persistencia te puedes dar cuenta de que se trata más de un hambre de realidad (indagación del mundo, estar con el mundo), que de ser o hacerse.

Los otros premios nacionales Bellas Artes 2017 son:

Baja California de Dramaturgia: Alonso Fiallega Suárez por "La princesa y el ministro".

Narrativa Colima para Obra Publicada: Fabio Morábito por "Madres y perros".

Cuento Infantil Juan de la Cabada: Grisel Okairi Cutz Gómez por "El fabuloso mundo de monstruotopía".

Cuento San Luis Potosí: Adán Medellín por "Blues vagabundo".

Ensayo Literario José Revueltas: Karen Villeda por "Visegrado. Microensayos literarios de Hungría, Polonia, República Checa".

Ensayo Literario Malcolm Lowry: Iván Ríos Gascón por "Kerouac y los solitarios Bartelebies. 6 décadas de En el camino".

Novela José Rubén Romero: Marco Tulio Aguilera Garramuño por "Formas de luz".

Testimonio Carlos Montemayor: María Magdalena Vázquez Aquino por "¡No pierda el tiempo con su hijo, pues no tiene remedio! Una crónica acerca de la discapacidad en México".

Juan Rulfo para Primera Novela: Conrado A. Vásquez Jr. por "Ausencio".

martes, noviembre 07, 2017

Tu muerte - Marina Tsvetáieva

(fragmento)

Toda muerte, aun la más extraordinaria entre las extraordinarias —de la tuya hablo, Rainer—, se encuentra inevitablemente en la fila de las otras muertes, entre la última «antes» y la primera «después».

Nadie ha estado nunca al lado de una sepultura sin que surja en él el pensamiento: «¿Quién fue el último junto al que estuve así? ¿Quién será el próximo?». De esa forma se crea entre los muertos de uno, los muertos personales, un vínculo que sólo existe en una conciencia determinada, distinta en cada ocasión. En mi conciencia tú llegaste a lo Desconocido entre A y B, en la conciencia de alguien más que te haya perdido, entre C y D, y así sucesivamente. La suma de todos nuestros reconocimientos es tu entorno.

Ahora sobre el género de este vínculo. En el peor de los casos, un caso particular, el vínculo es externo, local, ordinal, para decirlo todo - cotidiano, para decirlo todavía más todo - cementerial, por lo fortuito de la vecindad de números y tumbas. Un vínculo absurdo, y por lo tanto, un no-vínculo.

Un ejemplo. Entre X y Y no existía ningún lazo en la vida. Tampoco lo hay en la muerte si no se tiene en cuenta la muerte misma, como entonces —la vida. Para emparentarlos, lo uno y lo otro, es poco. Una sepultura así no cabe en nuestra hilera de sepulcros, la fila se cierra con dos sepulcros significativos para nosotros. Mediante esa selección se crea la fila de nuestras muertes y nuestra muerte. Sólo de estas muertes y de las que componen nuestra propia muerte voy a hablar cuando hable del vínculo.

Cada muerte nos devuelve a todas las muertes. Cada persona que muere nos devuelve a los que murieron antes que él y a nosotros - a ellos. Si no murieran los de después, más tarde o más temprano olvidaríamos a los de antes. Así, el ir de sepulcro en sepulcro es la garantía de nuestra fidelidad a los muertos. Una especie de coexistencia póstuma en la memoria: en la hilera de los sepulcros propios. Ya que todos nuestros muertos, ya no importa si están en Moscú en el cementerio de Novodévichi o en Túnez, o en algún otro lado, para nosotros, para cada uno de nosotros, yacen en un solo cementerio - dentro de nosotros mismos, y con el tiempo en una misma fosa común. La nuestra. Hay muchos enterrados en una y uno enterrado en muchas. En el lugar donde se encuentran tu primer sepulcro y el último —tu propia lápida— la hilera se cierra en un círculo. No sólo la tierra (la vida), sino también la muerte es redonda.

A través de los labios que besan, se emparientan y se dan mutuamente las manos los que son besados. A través de sus manos besadas, se emparientan y se atraen mutuamente los labios que besan. Es la garantía de la inmortalidad.

lunes, noviembre 06, 2017

Características de los malos lectores - CS Lewis

1. Nunca, salvo por obligación, leen textos que no sean narrativos. No quiero decir que todos lean obras de narrativa. Los peores lectores son aquellos que viven pegados a «las noticias». Día a día, con apetito insaciable, leen acerca de personas desconocidas que, en lugares desconocidos y en circunstancias que nunca llegan a estar del todo claras, se casan con (o salvan, roban, violan o asesinan a) otras personas igualmente desconocidas. Sin embargo, esto no los diferencia sustancialmente de la categoría inmediatamente superior: la de los lectores de las formas más rudimentarias de narrativa. Ambos desean leer acerca del mismo tipo de hechos. La diferencia consiste en que los primeros, como Mopsa en la obra de Shakespeare, quieren «estar seguros de que esos hechos son verdaderos». Ello se debe a que es tal su ineptitud literaria que les resulta imposible considerar la invención una actividad lícita o tan siquiera posible. (La historia de la crítica literaria muestra que Europa tardó siglos en superar esta barrera.)

2. No tienen oído. Sólo leen con los ojos. Son incapaces de distinguir entre las más horribles cacofonías y los más perfectos ejemplos de ritmo y melodía vocálica. Esta falta de discernimiento es la que nos permite descubrir la ausencia de sensibilidad literaria en personas que por lo demás ostentan una elevada formación. Son capaces de escribir «la relación entre la mecanización y la nacionalización» sin que se les mueva un pelo.

3. Su inconsciencia no se limita al oído. Tampoco son sensibles al estilo, e incluso llegan a preferir libros que nosotros consideramos mal escritos. Haced la prueba y ofreced a un lector de doce años sin sensibilidad literaria (no todos los muchachitos de esa edad carecen de ella) La isla del tesoro a cambio de la historieta de piratas que constituye su dieta habitual; o bien, a un lector de la peor clase de ciencia ficción Los primeros hombres en la luna de Wells. A menudo os llevaréis una desilusión. Al parecer les estaréis ofreciendo el tipo de cosas que les gustan, pero mejor hechas: descripciones que realmente describen, diálogos bastantes verosímiles, personajes claramente imaginables. Picotearán un poco aquí y allá, y en seguida lo dejarán de lado. Ese tipo de libro contiene algo que los desconcierta.

4. Les gustan las narraciones en las que el elemento verbal se reduce al mínimo: «tiras» donde la historia se cuenta en imágenes, o filmes con el menor diálogo posible.

5. Lo que piden son narraciones de ritmo rápido. Siempre debe estar «sucediendo» algo. Sus críticas más comunes se refieren a la «lentitud», al «detallismo», etc., de las obras que rechazan.

(La experiencia de leer)

sábado, noviembre 04, 2017

El pésame - Ramón Gómez de la Serna

Entramos en casa del viudo mirándonos la corbata por si aun era negra, temiendo que se nos hubiera desteñido o se nos hubiera olvidado.

La antesala estaba más obscura con el luto y el espejo resultaba una esquela de defunción. Ya no estaría allí, desde luego, la que se había ido y, sin embargo, estaba en sus cuadros, en sus tapetitos, en su loro, en todo.

— El señor está en el despacho —nos dijo la muchacha.

Entramos. Estaba escribiendo. Parecía estar componiendo la elegía a la muerta.

— Si le interrumpo me voy —le dije.

— No. Estaba contestando un pésame… He escrito más de mil, y, sin embargo, eso me resulta muy difícil.

Sobre la mesita de en medio de la habitación tenía su sombrero de copa todo cubierto por el crespón. Parecía un tarjetero.

Dio la luz, y al verle no tuve más remedio que reírme.

— ¡Conque tan desolado! —le dije sonriendo.

— Sí, tan desolado.

Nuevas visitas fueron entrando, y todos se sonreían al darle el pésame.

Es que estaba graciosísimo con el tipo de viudo que le había salido. El cuello se le quedaba muy alto, como ahogándole en medio de la negrura. Tenía guantes, quería que le viésemos su disfraz de viudo. Sacaba de vez en cuando un pañuelo negro para limpiarse los bigotes y sacaba también muy a menudo un reloj para que viésemos que estaba empavonado en negro. Se había teñido de negro toda la cabellera. Por todos corrió una sonrisa en aquel pésame, el pésame de la broma y de la alegría.

viernes, noviembre 03, 2017

EsQueLaPalabra: Microcuentos desde el Día del Muertos

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Este año coloqué varios altares en la casa, en la sala, en la cocina y en varias recámaras (cada vez hay más, no sé por qué). Incluso en el baño, para que las visitas lean, coman o fumen a sus anchas.

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Murió de amor y cada año viene al altar a deshojar el cempasúchil.
Por lo menos tienen más pétalos, se dice mientras suspira.

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La besó para arrebatarla de la muerte, pero el suyo no era el cuento de la bella durmiente sino Romeo y Julieta.

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La Llorona descubrió un mejor lugar para lanzar sus lamentos y abrió una cuenta en Twitter.

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O me dio gripa o los muertos se equivocaron y en lugar de estar en el altar se me subieron en bola.

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Epitafio: Estaba escribiendo una novela, o estaba escribiéndome en una novela, o me novelaba ... ¿en qué momento me volví spin-off de mí mismo?

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En un altar coloqué fotos mías. Por las tantas veces que he muerto, por las que me han deseado la muerte, por si acaso no me recuerdan.

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Hice un altar para una ex, fallecida en misteriosas circunstancias. Para variar, cuando apareció pasamos varias horas discutiendo sobre el acomodo del altar y lo que me faltó poner.

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Para hacer otro altar arranqué algunas páginas de libros, donde mueren esos personajes inmortales. Páginas trenzadas a las hojas de cempasúchil. Los libros, como quiera, siguen vivos.

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Para variar, el fantasma de mi abuela es el último en irse. Insiste en barrer el cochinero que dejan alrededor del altar todas las ánimas de la familia.
—Ya déjele ahí, mejor cuénteme un cuento —le pido.

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En la ciertas dependencias de gobierno el resto del año suele haber altares con cuchillos de obsidiana, sin flores, sin retratos. El resto del año no recuerdan.

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(Twitter: @corazontodito)

jueves, noviembre 02, 2017

Sobre la muerte, sin exagerar - Wislawa Szymborska

No sabe encajar una broma,
no sabe de estrellas, de puentes,
de tejidos, de minas, de labranza,
de construir barcos, ni de pastelería.

Hablamos sobre el día de mañana
y dice su última palabra
sin venir nunca al caso.

Ni siquiera sabe hacer
las funciones propias de su oficio:
ni cavar fosas,
ni clavar ataúdes,
ni limpiar los despojos que su paso deja.

Ajetreada con tanto matar,
lo hace de cualquier modo,
sin método ni destreza.
Como si se estrenara con cada uno de nosotros.

De acuerdo, tiene éxitos,
pero, ¡cuántos fracasos,
cuántos golpes fallidos
e intentonas estériles!

A veces le faltan fuerzas
para fulminar a una mosca al vuelo.
Y más de una oruga la deja atrás
al arrastrarse en la carrera a más velocidad.

Todos esos tubérculos, vainas,
antenas, aletas y branquias,
plumajes nupciales y pelambres de invierno
demuestran serios retrasos
en su penosa labor.

La mala voluntad no basta,
y nuestra ayuda a base de guerras y revueltas
no le resulta por ahora suficiente.

En los huevos laten corazones.
Crecen los esqueletos de los recién nacidos.
Las semillas se visten con sus primeras hojas
y a veces también con árboles en el horizonte.

Quien afirma que es todopoderosa
es, él mismo, prueba viviente
de que, de todopoderosa, nada.

No existe vida
que, aun por un instante,
no sea inmortal.

La muerte
siempre llega con ese instante de retraso.

En vano golpea con la aldaba
en la puerta invisible.
Lo ya vivido
no se lo puede llevar.

miércoles, noviembre 01, 2017

Insomnios... - Franz Kafka

Me aislaré de todos hasta la inconsciencia. Me enemistaré con todos, no hablaré con nadie.
(Diarios).

6 de julio. Una y otra vez el mismo pensamiento, la ansiedad, el miedo. Pero más tranquilo que en otras ocasiones, como si se estuviera preparando un gran progreso, cuyo temblor lejano ya siento. He dicho demasiado.
(Diarios).

Incapaz de vivir, de hablar con seres humanos. Completo ensimismamiento, un pensar exclusivamente en mí mismo. Apático, falto de ideas, angustiado. No tengo nada que decir, nunca, a nadie.
(Diarios).

Probablemente notarás que no duermo desde hace unas noches. Es simplemente el «miedo».
(A Milena).

Insomnio. Ya la tercera noche seguida. Me duermo con facilidad, pero despierto transcurrida una hora, como si hubiera introducido mi cabeza en el agujero erróneo. Estoy completamente despierto…, ante mí está de nuevo el trabajo de dormirme y me siento rechazado por el sueño.
(A Milena)

No me he redimido con la escritura. He muerto durante toda mi vida y ahora moriré realmente. Mi vida fue más dulce que la de otros, tanto más horrible será mi muerte.
(A Max Brod).

El escritor que hay en mí morirá, naturalmente, enseguida, pues una figura semejante carece de suelo, de consistencia, no es ni siquiera de polvo; sólo es posible en la vida terrenal más absurda, sólo es una construcción de la sensualidad. Éste es el escritor. Yo mismo, sin embargo, no puedo seguir viviendo, puesto que no he vivido. He permanecido siempre barro, no he logrado que la chispa se convirtiese en fuego, sólo la he utilizado para iluminar al cadáver. Será un entierro peculiar: el escritor, algo, por consiguiente, inconsistente, entregará al viejo cadáver, al cadáver de siempre, a la tumba.
(A Max Brod).