Ammm... ¿Shazam? |
Desde niño me hice (como se dice hoy) team Shazam. Sin saberlo, era del fandom, de la raza friki, entonces llamada nerd. Como ya comenté hace unos años, leíamos Supermán, Batman, El Hombre Araña, Fantomas, La Familia Burrón...
Yo ya era fanático de la mitología griega y me encantó la historia del niño con muletas que adquiere poderes mediante un don otorgado por el mago Shazam. Y es que (como el grito de Aquiles, el abracadabra o los mantras; el mismo "Hágase" de la creación bíblica) se trataba del poder de la palabra, en este caso el nombre propio del mago, que encerraba en siglas otros tantos poderes de siglos: la sabiduría de Salomón (no es dios ni semidiós pero, bueno, la intención es lo que cuenta), la fuerza de Hércules, la resistencia de Atlas, el poder de Zeus, el coraje de Aquiles y la velocidad de Mercurio. Era poderoso, aunque no era tan popular como otros (siempre he estado en la periferia, del lado de los excéntricos, en casi todo, y por eso me va como me va) y muchos años me quedé con las ganas de usar el rayo amarillo en fondo rojo en lugar de las de casi todos, la ese o el murciélago.
Como nomás no encontraba el modelo, la playera que porto en la foto de arriba la mandé a hacer y la compré en la Fenapo (muchos creen que es de Flash pero allá ellos, desconocedores de símbolos superheróicos, je, je).
Festejé que Shazam haya derrotado a Supermán en The Kingdom Come, la genial historieta (bueno pues, novela gráfica) de Alex Ross y Mark Waid. Y la película parece que va a estar divertida. Ya quiero verla.
Shazam según Alex Ross |
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