miércoles, abril 03, 2019

Camazotz




El culto al dios Murciélago en el México prehispánico se remonta al menos a 500 a.C. y sus representaciones abundan en esculturas de piedra, urnas de cerámica, pinturas, códices o topónimos. La imagen de este animal sirvió para dar nombre a poblaciones y periodos calendáricos. Debe recordarse que por oposición a las ideas de luz, cielo y vida, hay dioses del mundo subterráneo, asociados con la noche, la tierra y la muerte. En este inframundo los aztecas colocaban la morada de los desaparecidos, el Mictlan, el lugar en que reinaba Mictlantecuhtli, señor de los muertos. El murciélago, junto con la araña, el búho y el alacrán, se asociaba por lo general a la oscuridad, la tierra y la muerte (Caso, 1985, p. 175).

En Mesoamérica abundan las representaciones de este animal, que recibe diferentes nombres según las distintas lenguas: tzinacan, náhuatl; zotz, maya; bigidiri beela, bigidiri zinia, “mariposa de carne”, zapoteco; ticuchi léhle, mixteco; thut, huasteco; nitsoasts, pame del norte; ntsúats, pame del sur; tsat’s, otomí (estas últimas lenguas de la Sierra Gorda); tsoats, otomipame (Bartholomew concluye que esta acepción es un préstamo maya).

Según cuenta un mito, tzinacan nace del semen y la sangre derramados por Quetzalcóatl en uno de sus autosacrificios. Es enviado entonces a que muerda el órgano genital de la diosa Xochiquétzal, y una vez que se lo arranca, lo entrega a los dioses, quienes lo lavan, y de esa agua nacen flores olorosas. Luego lo llevan al inframundo y ahí Mictlantecuhtli, señor de los muertos, lo vuelve a lavar y de esa agua nace el cempoalxóchitl, flor de los muertos.

El murciélago es “el animal que despedaza y desgarra, que arranca cabezas”, según Eduard Seler en su interpretación del Códice Borgia, y es uno de los “demonios” animales en que abunda el panteón mesoamericano. En el Códice Vaticano B está representado con cabezas en las “manos”. Los códices mayas lo muestran sosteniendo en una mano el cuchillo de los sacrificios, mientras que en la otra tiene a la víctima. El murciélago era considerado como un ser del inframundo (camazot, “murciélago-muerte”) entre los mayas quichés, asociado a la decapitación. Asimismo, en una estela de Izapa, Chiapas, aparece en el tocado de un decapitador. Por sus características, el animal llamó la atención de los antiguos mayas por ser el único mamífero cuya estructura altamente especializada le permite volar; así, lo escogieron para combinarlo con el signo de la inmolación, con lo cual se le relaciona con el sacrificio humano o al menos con una ofrenda que conlleva el concepto de derramar sangre.

2 comentarios:

  1. ¿Dónde puedo encontrar el dato basado en Bartholomew?

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    1. Tomé el texto de https://arqueologiamexicana.mx/mexico-antiguo/el-dios-murcielago-en-mesoamerica

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