Ladrón de guante y máscara blancos, Fantomas era uno de los personajes favoritos en mi infancia. Era un rito ir los domingos a La Merced o mercado Tangamanga a tomar un jugo de zanahoria y salir con algún ejemplar de La Familia Burrón, Fantomas, El Pantera o de superhéroes gringos.
Científico, anónimo, artista, deportista y actor, Fantomas trabajaba en equipo, robaba a los ricos y respetaba a las instituciones, luchaba contra villanos reales y se llevaba bien con los clochards... tenía agentes en todo el mundo y (a pesar del inspector Gerard) siempre lograba su objetivo gracias al apoyo de los signos del zodiaco, del profesor Semo y de Yago. Un personaje francés hecho en México.
Muchas aventuras empezaban en su biblioteca. No era el héroe típico de historietas, como demostró Julio Cortázar en Fantomas contra los vampiros multinacionales. Una utopía posible.
Gracias al blog Fantomas, la amenaza elegante, recién he leído "Las buenas conciencias. Un comic prohibido en México", muy de moda por la temporada electoral. Disfrútenlo, y ojalá nos acompañen en el colectivo Fantomas.
No hay comentarios.:
Publicar un comentario