jueves, diciembre 31, 2015

Apuntes rezagados para acabar el año

Entiendo que haya personas que pueden vivir sin leer, pero sin soñar no lo entiendo.

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Nada como pasar algunos días en la sala de Urgencias de algún hospital para ganar una letra: de penar a pensar.

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El amor es una batalla en la que las treguas deben irse haciendo más prolongadas, hasta ser una, permanente.

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Unir palabras, aglutinarlas: sicierto, aveces, teamo...

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La felicidad son solo instantes; compartidos, se multiplica.

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Ni a tu favor ni en contra: el universo no conspira. Tantas casualidades juntas son una casualidad.

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Escribir no sirve de nada. Hilo palabras y las destejo. Como Penélope, escribo y espero a Nadie.

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Terminar de leer un libro o ver una película con la intención de restaurar el orden del universo. Y despertar.

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Quisiera que todos conozcan tantos mundos y tantas vidas como yo, por eso tengo el atrevimiento de pararme frente a un grupo a promover que lean, que jueguen con el lenguaje. A veces creo que no hay caso, pero cuando en la multitud al menos un par de ojos brilla de emoción, sé que hay esperanza.

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A mis casi 45 minutos de vuelo es hora. Hora de ver si queda suficiente combustible o disfrutar la caída libre.

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El paracetamol es ya indispensable para soportar mis dolencias. Debería repartirlo a todos con quienes me cruzo cada día, a ver si así me soportan.

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Hipócrita lector, mi semejante, mi notauro.

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¿Debería culpar a alguien de mi depresión? ¿Compartirla? Casi me da ternura: es sólo mía, y ha crecido tanto en los últimos tiempos.

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¿Perder el tiempo? ¿Qué es eso? Nunca lo he perdido, acaso lo he olvidado.

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El paraíso y el infierno de no poder desconectarse. De mí. El Internet qué.

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Quise ser tan cuerdo que me volví recuerdo.

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Pienso constantemente en la frase final. Por lo menos esa espero sea leída como la pensé.

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El escritor quería desaparecer de sus cuentos y empezó a escribir en tercera persona. Le hubiera gustado hablar desde una cuarta.

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Después de tratar de quitarse el ego quedó solo el go. Al go es algo. Y ahí va.

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¿Cómo puede alguien sentir afecto por un ser tan antipático? No lo sé, pero lo agradezco sinceramente.

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A veces no hay lenguaje que exprese tanto. Una mirada, una reverencia o un abrazo, son lo indicado.

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Hasta la luna parece desaparecer, pero ahí está. De eso se trata todo.

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