jueves, diciembre 31, 2015

Exorcismo 2015

Cuenta la historia que el 20 de mayo de 2015 se realizó en sigilo, a puerta cerrada, un magno exorcismo en la catedral de San Luis Potosí. Creo que no sirvió de mucho. Los demonios (variopintos, pesadillescos, algunos cotidianos) siguieron sueltos y hasta ganaron una que otra elección o viven aquí al lado.

El apoderado legal de la arquidiócesis potosina, Eduardo Córdova Bautista, acusado de violación de más de cien niños, sigue prófugo. Como el Chapo. Como tantos otros.  Otros llegan o siguen mamando de la ubre presupuestal, sin pena (ni gloria). Otros salen (como San Preso) sin mayor lío y se vuelven piedra angular. En la política y en la literatura, desde historias conocidas, relanzamientos, refriteos y plagios, llega la última noche del año.

¿Felicidades? Solemos decir felicidades, en plural, como los buenos días. Muchos.

¿Felicidad-es? 2015 fue un difícil pero buen año. Gracias a todos, presentes en estas letras (que no en un autor) de pensamiento, palabra y hasta en omisión. Siempre habrá pruebas para todos, dependerá de cada quién si se asume como objeto del deseo o como héroe. Hay sueños, lecturas, escritura, arte, militancia. Formas todas de negarse a la tragedia impuesta.

Gracias. Vamos por 45 de edad, 10 años de Crimentales, por el lanzamiento de una marca, por algunos libros de amigos y otros propios, por los significados múltiples, por el cuerpo y el alma. Todo no basta.

¿Felicidades? Vamos por al menos una, por la más importante o la que se presente primero. Igual se irá (en minutos, días, meses, años), como todo, como todos, pero esa felicidad nos va a marcar a pesar de todos los pesares de las demás horas.

Gracias por la felicidad. Por esa felicidad.


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