lunes, mayo 21, 2012

Y es que el amor es ciego...

Alexandro Roque

"El monstruo resucita siempre en la penúltima escena, Penélope", leo en Me miras cada vez más de cerca (1971), un libro que encontré hace poco en una librería de viejo. El autor, Ulises Cabrera, le da voz a un narrador en primera persona que vaga por los mares acompañado de una pequeña sirena en busca de quien lo cegó. Nunca se menciona su nombre, Polifemo. Muchas historias desfilan ante su ojo (es un decir), y ya en Itaca se hace pasar por uno más de los pretendientes de la tejedora hasta descubrirse ante Odiseo en cuanto el penúltimo de sus contrincantes cae. El narrador, herido, espera una última flecha, mientras asegura que es esa última mirada, con un solo ojo afinando el tiro, la que salva al monstruo antes de la muerte definitiva: "Antes de ti no veía. Todo amor es un viaje y lo supe en cuanto partiste: Nadie era mi destino, mi mirada".

“Ulisses Zombando de Polifemo”, óleo sobre tela (1829), 
de Joseph Mallord William Turner. 

2 comentarios:

  1. Anónimo1:05 p.m.

    Pero si Nadie cegó a Polifemo, ¡qué rencoroso!
    Me lo dijo Lucecita.

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  2. Anónimo12:06 p.m.

    Julio, Jorge Luis, Homero, Vladimir y Alexandro. ¡Me gusta! :D

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