viernes, junio 17, 2011

Barra siniestra

"Han extinguido las luces de la casa en que estoy, y se ha extinguido la vista de la ventana. Todo tiene una negrura de tinta, bajo un cielo de tinta azul pálida —"sale azul, escribe negro", como se decía en un frasco de tinta; pero no lo hacía, como no lo hace el cielo, y sí los árboles con sus trillones de ramitas...

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"La continuación de su voz se hizo real, como si una aguja hubiese encontrado el surco. Su surco en el disco de la mente de él. De su mente que había empezado a girar al detenerse él en el portal y mirar hacia abajo, a la cara levantada de ella. El movimiento de sus facciones era ahora audible...

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"En todas las máscaras que yo probaba había rendijas para sus ojos. Incluso en todos los momentos en que me mecía la convulsión más apreciada por los hombres...

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"Esta era la última fortaleza de un dualismo que aborrecía. La raíz cuadrada de uno es uno. Notas marginales, recordatorios. El desconocido observando en silencio los torrentes de dolor local desde una orilla abstracta...

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"Krug sabía apuntar a la bandada de los más populares y sublimes penamientos humanos y derribar cada vez un pato salvaje. Pero no podía matar a la muerte.

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"Ember vaciló; después marcó rápidamente el número. La línea estaba ocupada. Aquella serie de pequeños zumbidos en forma de palo parecía la larga hilera de I superpuestas en un índice de las primeras líneas de una antología de versos. Yo soy un lago. Yo soy una lengua. Yo soy un espíritu. Yo tengo fiebre. Yo no soy codicioso. Yo soy el Caballero Negro. Yo soy la antorcha. Yo me levanto. Yo pregunto. Yo subo a la colina. Yo vengo. Yo sueño. Yo envidio. Yo encuentro. Yo oigo. Yo quise escribir una oda. Yo sé. Yo amo. Yo no debo afligirme, mi amor. Yo nunca. Yo jadeo. Yo recuerdo. Yo te vi una vez. Yo viajé. Yo rondé. Yo quiero. Yo quiero. Yo quiero. Yo quiero.

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"Oh sí, otros parlamentos o senados fueron derribados antes de ahora, y no es esta la primera vez que un hombre oscuro y desagradable, pero maravillosamente obstinado, se ha abierto camino hacia las entrañas de un país. Pero, a los ojos de los que observan estos acontecimientos y quisieran preservarlos, el pasado no brinda ninguna clave, ningún modus vivendi, y ello por la sencilla razón de que él mismo no lo tenía cuando saltó el borde del presente y cayó en el vacío que, en definitiva, tenía que llenar...

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"Krug razona en su sueño peor que un estúpido borracho; pero una inspección desde más cerca (hecha cuando el yo-sueño ha muerto por diezmilésima vez y el yo-día hereda por diezmilésima vez esas polvorientas bagatelas, esas deudas, esos fajos de letras ilegibles) revela la presencia de alguien que sabe..."


* Vladimir Nabokov, Barra siniestra, P & J, 1984

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