jueves, septiembre 21, 2006

Literatura y región





(Texto introductorio de Ignacio Betancourt a "Investigación literaria y región", El Colegio de San Luis, Col. Cuadernos del Centro, SLP, 2006).

En el arte, como en la vida, lo que no es universal resulta excluyente; la peculiaridad se sustenta en lo colectivo, lo singular es también común. En la misma medida en que la condición humana no sólo se construye desde una región específica o un tiempo histórico único, la producción del discurso literario no depende de una sola serie, sea geográfica, política o cultural; los propios conceptos de época o lugar resultan imprecisos pues sus determinaciones implican una diversidad que influye siempre de múltiples maneras.

Dice Renato Prada Oropeza que “una región o zona, por sí misma, no ofrece ningún sustento a la caracterización de la producción literaria que se presenta en sus límites”, salvo en el caso de la literatura oral que tiene vínculos semióticos con el lugar “tanto al nivel de la expresión (lingüística regional a nivel fonético, sintáctico-semántico, pragmático) como del contenido (la referencialidad al menos virtual a hechos, personas típicas de la región, fenómenos atmosféricos, costumbres)”; debido a ello sólo la literatura oral podría llamarse en sentido estricto “literatura regional”, como lo sugiere José Luis Martínez Morales. Podemos aceptar entonces que “lo regional” puede ser tematizado en la escritura, pero siempre en función estética y no referencial.

En la presente edición se incluyen tres textos de académicos contemporáneos diversos que reflexionan sobra las relaciones entre producción e historia literaria y región, y ofrecen al lector aproximaciones al tema desde diversas perspectivas. El doctor Martínez Morales manifiesta en su ensayo “¿Literatura regional en tiempos de globalización?” que aunque la literatura no tiene fronteras, “vivimos todavía en México, tanto política como culturalmente, una situación de régimen centralista. Es conveniente, por lo tanto, que surjan propuestas para sistematizar y dar a conocer las producciones literarias que se forjan desde las mismas regiones o estados, sobre todo si se sustenta la idea de que una historia de la literatura organizada desde el centro no siempre hace justicia a todos los escritores valiosos”; y concluye que exaltar la producción local tiene sustento, “cuando lo que predomine sea la calidad y no el sentimentalismo por lo nuestro”.

Por su parte, el Dr. Humberto Felix Berumen señala en “El sistema literario regional. Una propuesta de análisis”, que debemos “pensar la literatura regional en términos de un sistema literario particular regido por leyes propias, pero como parte a su vez de un conjunto mayor de sistemas jerarquizados que coexisten e interactúan”, lo cual permite un adecuado equilibrio en lo que podríamos llamar relación dialéctica entre lo general y lo particular, lo regional y lo nacional, lo universal y lo local.

El crítico Antonio Cornejo Polar dice respecto a todo sistema literario que éste se conforma por “redes intertextuales que obedecen a la coherencia de procesos productivos analizables como secuencias que se extienden desde la emisión hasta la recepción del mensaje literario”; de esta manera, resulta inevitable la diversidad de enfoques que el acercamiento al hecho literario admite en su largo itinerario, dado su carácter especialmente histórico. Salvar el determinismo, tanto geográfico como temático, es el reto para la investigación que se realiza en las distintas regiones del país.

Finalmente, el Dr. Alfredo Pavón nos advierte en su ensayo “Antologías e historia literaria” que la crítica y la historia literarias son “armas proporcionadas por sus propias leyes de organización y por sus objetivos más precisos (periodizar, analizar, juzgar las cualidades y defectos de las obras literarias) y han conquistado ya un espacio en la cultura de México”; lo que indudablemente permitirá estudios e investigaciones que contribuyan a una comprensión más compleja e inclusiva de la producción literaria de nuestro país en sus distintas épocas. Alfonso Reyes señalaba que “toda historia literaria presupone una antología”, y el Dr. Pavón siguiendo esa línea reflexiona sistemática y lúcidamente sobre las características que compilaciones y compiladores deberán asumir en el cumplimiento de sus objetivos: el análisis y la difusión de la literatura mexicana en su diacronía y su sincronía.

La Coordinación de Estudios Literarios de El Colegio de San Luis espera que esta triple incursión por los avatares de la literatura nacional y su diversidad estimule a los lectores de hoy, y los motive a interesarse no sólo por la obra y el autor sino por todo el sistema literario en que se crea y se recrea el discurso; tres puntos de vista complementarios e incluyentes para una mejor aproximación a la literatura de un país único y universal.

San Luis Potosí, diciembre de 2005
El Colegio de San Luis

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