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domingo, enero 10, 2021

Escalera




Darse prisa darse prisa
Están prontas las semillas
Esperando una orden para florecer
Paciencia ya luego crecerán
Y se irán por los senderos de la savia
Por su escalera personal
Un momento de descanso
Antes del viaje al cielo del árbol
El árbol tiene miedo de alejarse demasiado
Tiene miedo y vuelve los ojos angustiados
La noche lo hace temblar
La noche y su licantropía
La noche que afila sus garras en el viento
Y aguza los oídos de la selva
Tiene miedo digo el árbol tiene miedo
De alejarse de la tierra

Vicente Huidobro

jueves, octubre 15, 2020

La vida es sueño - Vicente Huidobro

Los ojos andan de día en día
las princesas posan de rama en rama
como la sangre de los enanos
que cae igual que todas sobre las hojas
cuando llega su hora de noche en noche.

Las hojas muertas quieren hablar
son gemelas de voz dolorida
son la sangre de las princesas
y los ojos de rama en rama
que caen igual que los astros viejos
con las alas rotas como corbatas

la sangre cae de rama en rama
de ojo en ojo y de voz en voz
la sangre cae como corbatas
no puede huir saltando como los enanos
cuando las princesas pasan
hacia sus astros doloridos.

Como las alas de las hojas
como los ojos de las olas
como las hojas de los ojos
como las olas de las alas.

Las horas caen de minuto en minuto
como la sangre
que quiere hablar.



martes, abril 16, 2019

Adiós - Vicente Huidobro

                           Paris
Una estrella desnuda
Se alumbra sobre el llano

                           Esa estrella la llevara en mi mano

En Notre Dame
                                      los ángeles se quejan
Al batir las alas nacen albas
Mas mis ojos se alejan

Todas las mañanas
Baja el sol a tu hostia que se eleva
Y en Montmartre los molinos
                                                                        la atmósfera renuevan

París
En medio de las albas que se quiebran
Yo he florecido tu Obelisco
Y allí canté sobre una estrella nueva

                                                                                   ADIÓS

Llevo sobre el pecho
Un collar de tus calles luminosas
Todas tu calles
                                     me llamaban al irme

Y en todas las banderas
Palpitaban adioses

Tus banderas de los nobles ardores

Al pasar
                       arrojo al Sena
                                                           un ramo de flores

Y entre los balandros que se alejan
Tus balandros que pacen en las tardes
Dejar quisiera el más bello poema

El Sena
                                  bajo sus puentes se desliza
Y en mi garganta un pájaro agoniza

sábado, octubre 01, 2016

Iceberg


Por si sirve de algo, yo siempre intento escribir según el principio del iceberg. Hay siete octavos de iceberg bajo el agua por cada parte que se muestra en la superficie. Puedes eliminar cualquier cosa que conozcas y sólo fortalecerás tu iceberg.
Ernest Hemingway

Y vas a la muerte derecho como un iceberg que se desprende del polo
Cae la noche buscando su corazón en el océano 

Vicente Huidobro

Entonces unas extensiones echan el ancla se despliegan por
el fondo de mi mirada cerrada
Icebergs que irradian los hábitos de los mundos venideros
André Breton

Enloquecido en lo que he sido
me hundo
La orquesta del Titanic sigue tocando
Alexei Petrovich
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viernes, septiembre 19, 2014

Soy un temblor de tierra - Vicente Huidobro

Soy un pecho que grita y un cerebro que sangra
Soy un temblor de tierra
Los sismógrafos señalan mi paso por el mundo

Crujen las ruedas de la tierra
Y voy andando a caballo en mi muerte
Voy pegado a mi muerte como un pájaro al cielo
Como una fecha en el árbol que crece
Como el nombre en la carta que envío
Voy pegado a mi muerte
Voy por la vida pegado a mi muerte
Apoyado en el bastón de mi esqueleto

- - - - - - -
Altazor (fragmento del Canto I)

viernes, mayo 18, 2012

Para llorar - Vicente Huidobro

Es para llorar que buscamos nuestros ojos
Para sostener nuestras lágrimas allá arriba
En sus sobres nutridos de nuestros fantasmas

Es para llorar que apuntamos los fusiles sobre el día
Y sobre nuestra memoria de carne
Es para llorar que apreciamos nuestros huesos
y a la muerte sentada junto a la novia
Escondemos nuestra voz de todas las noches
Porque acarreamos la desgracia
Escondemos nuestras miradas bajo las alas de las piedras
Respiramos más suavemente que el cielo en el molino
Tenemos miedo

Nuestro cuerpo cruje en el silencio
Como el esqueleto en el aniversario de su muerte
Es para llorar que buscamos palabras en el corazón
En el fondo del viento que hincha nuestro pecho
En el milagro del viento lleno de nuestras palabras

La muerte está atornillada a la vida
Los astros se alejan en el infinito y los barcos en el mar
Las voces se alejan en el aire vuelto hacia la nada
Los rostros se alejan entre los pinos de la memoria
Y cuando el vacío está vacío bajo el aspecto irreparable
El viento abre los ojos de los ciegos
Es para llorar para llorar

Nadie comprende nuestros signos y gestos de largas raíces
Nadie comprende la paloma encerrada en nuestras palabras
Paloma de nube y de noche
De nube en nube y de noche en noche
Esperamos en la puerta el regreso de un suspiro
Miramos ese hueco en el aire en que se mueven los que aún no han nacido

Ese hueco en que quedaron las miradas de los ciegos estatuarios
Es para poder llorar es para poder llorar
Porque las lágrimas deben llover sobre las mejillas de la tarde

Es para llorar que la vida es tan corta
Es para llorar que la vida es tan larga

El alma salta de nuestro cuerpo
Bebemos en la fuente que hace ver los ojos ausentes
La noche llega con sus corderos y sus selvas intraducibles
La noche llega a paso de montaña
Sobre el piano donde el árbol brota
Con sus mercancías y sus signos amargos
Con sus misterios que quisiera enterrar en el cielo
La ciudad cae en el saco de la noche
Desvestida de gloria y de prodigios
El mar abre y cierra su puerta
Es para llorar para llorar
Porque nuestras lágrimas no deben separarse del buen camino

Es para llorar que buscamos la cuna de la luz
Y la cabellera ardiente de la dicha
Es la noche de la nadadora que sabe transformarse en fantasma
Es para llorar que abandonamos los campos de las simientes
En donde el árbol viejo canta bajo la tempestad como la estatua del mañana

Es para llorar que abrimos la mente a los climas de impaciencia
Y que no apagamos el fuego del cerebro

Es para llorar que la muerte es tan rápida
Es para llorar que la muerte es tan lenta

martes, febrero 05, 2008

Arte poética - Vicente Huidobro

Que el verso sea como una llave
que abra mil puertas.
Una hoja cae; algo pasa volando;
cuanto miren los ojos creado sea,
y el alma del oyente quede temblando.
Inventa mundos nuevos y cuida tu palabra;
el adjetivo, cuando no da vida, mata.

Estamos en el ciclo de los nervios.
El músculo cuelga,
como recuerdo, en los museos;
mas no por eso tenemos menos fuerza:
el vigor verdadero
reside en la cabeza.
Por qué cantáis la rosa, ¡oh Poetas!,
hacedla florecer en el poema.

Sólo para nosotros
viven todas las cosas bajo el sol.
El poeta es un pequeño Dios.