"Nada glorioso, en cambio, es tomar un texto ajeno y firmarlo como propio. Es una confesión de impotencia. No hay mayor desgracia que el desdén de las musas, y se comprende que los desgraciados traten de consolarse con un maniquí al que le ponen lo que les gusta...
"Escribir algo notable y celebrado por algunos conocedores es tan afortunado que no hace falta mucho más: basta con una buena edición. Que no salgan reseñas (o sean tontas), que no se venda mucho o que no gane premios, no es para ponerse a llorar. Pero no hay que olvidar el interés público: la injusticia a los lectores por los fraudes y ninguneos..."
Gabriel Zaid: sobre el plagio
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viernes, julio 10, 2015
viernes, noviembre 14, 2014
Improbable - Gabriel Zaid
No es imposible escribir un buen poema, es improbable.
Entre los millones escritos por aficionados (que en otros tiempos nunca se publicaban) lo más común es el borbollón sin forma. Algo brota y quiere decir algo, pero no lo dice. El querer decir, vivido como experiencia del que escribe, suspende la vida ordinaria, aparta de los demás, emociona, mueve la mano. Por momentos, se detiene. Espera la frase que llega, no se sabe cómo, ni de dónde. Aflora como un impulso que busca salida.
El desahogo puede ser terapéutico, pero no es un poema. El psicoanálisis puede estudiarlo como los sueños: manantial insignificante que se deja leer como significativo, así como la mántica leía las líneas de la mano, el azar de las cartas, el vuelo de los pájaros, los signos de los astros y también los sueños. Pero la crítica literaria no tiene nada que hacer. Es imposible criticar, ya no digamos corregir, lo que no tiene un mínimo de oficio.
Entre los millones escritos por aficionados (que en otros tiempos nunca se publicaban) lo más común es el borbollón sin forma. Algo brota y quiere decir algo, pero no lo dice. El querer decir, vivido como experiencia del que escribe, suspende la vida ordinaria, aparta de los demás, emociona, mueve la mano. Por momentos, se detiene. Espera la frase que llega, no se sabe cómo, ni de dónde. Aflora como un impulso que busca salida.
El desahogo puede ser terapéutico, pero no es un poema. El psicoanálisis puede estudiarlo como los sueños: manantial insignificante que se deja leer como significativo, así como la mántica leía las líneas de la mano, el azar de las cartas, el vuelo de los pájaros, los signos de los astros y también los sueños. Pero la crítica literaria no tiene nada que hacer. Es imposible criticar, ya no digamos corregir, lo que no tiene un mínimo de oficio.
"Poemas fallidos", Letras Libres
miércoles, septiembre 03, 2014
Pasiones universitarias - Gabriel Zaid
«Hacia fuera, las universidades buscan dominar el mercado, poner sucursales y absorber o controlar instituciones y proyectos que refuercen su prestigio y poder oligopólico. Una gran biblioteca, un canal de televisión, la sede de un acto que salga en los periódicos, cualquier fondo presupuestal importante o proyecto de relumbrón, no deben ir a la competencia. Hacia dentro, el mercado se divide por cárteles. La pasión por el saber toma la forma de pasión territorial. No te metas en mi área. No promuevas proyectos que no te corresponden. El saber se define y se defiende como turf. Por eso, no abundan los proyectos multidisciplinarios. Los avances en las fronteras del saber se prestan a conflictos en las fronteras del poder. A menos que la zona de nadie se instituya como una nueva especialidad, que merece nombre, oficinas, laboratorios, personal y presupuesto propios».
"Universidades platónicas", Letras Libres
miércoles, septiembre 25, 2013
La máquina de cantar (fragmento) - Gabriel Zaid
"Nadie elige a su amor", escribió Machado. Lo que pasa es que dos seres abstractos se vuelven de pronto concretos al reconocerse. Se manifiestan en su ser concreto el uno para el otro, se ven como únicos que son, no el Único o la Única [en cuyo caso seguirán siendo abstractos, aunque absolutos: idolatría romántica]. Lo que pasa es que los encuentros abstractos pueden ser producidos de mil maneras sin que signifiquen nada hasta que se vuelven concretos. Cualquiera puede juntar palabras, hasta una máquina amaestrada. Lo que requiere "genio" es leer. Leer es lo que puede convertir una posibilidad abstracta en un acto libre concreto. Leer es lo que estaba escrito desde antes, o desde siempre, lo que la mano va profiriendo, o el viento fisicoquímico asociando en las hojas sueltas del árbol de la memoria, o todo lo que puedo encontrar materialmente y revelárseme y revelarme. Esta tarde tus ojos. Lo que requiere genio es el amor. Nadie es un Genio, un Escogido en el sentido de Único idolátrico o aristocrático. La genialidad no es una categoría ontológica, sino un estado de inspiración. El genio es más propio de una pareja que de una sola persona.
Sin embargo, ser persona es precisamente hacerse cargo de sí mismo como un ser abierto, desbalanceado, gravitante hacia la comunión personal, hacia la vida inspirada. Y hay actos inspirados que avivan esa tensión a los otros concretos, que nos despiertan del tráfico abstracto, que nos liberan, que exigen un ejercicio de nuestro ser concreto y así nos enfrentan a nuestra propia gravitación, a nuestra carencia, a eso único necesario que es el amor. Esos actos exigen la totalidad de nuestro ser, no nada más los ojos o tal o cual entrenamiento. Por eso nos reconstituyen, nos desalinean, nos recobran como totalidades, aunque sea temporalmente y con el riesgo de otro género de alienaciones.
miércoles, febrero 02, 2011
a diestra y siniestra
Hoy que los necesarios reclamos tienen tantos rostros, en México y en Egipto, en todas partes, tal vez sea tiempo de replantearnos muchos supuestos y presupuestos, para hacer —o por lo menos tratar de hacer— algo en esta sociedad que nos tocó vivir. No basta rezar, dicen unos; no más sangre, piden otros, mientras hay manifestaciones violentas de los poderes políticos institucionalizados y no, y se descalifica al que no actúa como uno, al que no alza la pancarta o pone una misma imagen como perfil en una red social. Hay diversas maneras de no quedarse sentado, pasivo, y el activismo se demuestra en varios colores.
En el reciente número de la revista Letras Libres el maestro Gabriel Zaid pega un buen fuetazo en el costado izquierdo, mediante el artículo "Al cielo por la izquierda", que pongo a discusión y que entro otras cosas dice lo siguiente:
Norberto Bobbio, en Derecha e izquierda: Razones y significados de una distinción política, critica la idea de que el distingo quedó obsoleto, y tiene razón. También tiene razón cuando critica la supuesta imposibilidad de distinguir lo bueno de lo malo para la sociedad. Pero son dos distingos diferentes, y tiende a confundirlos. Trata de rescatar el concepto de la izquierda como protagonista de lo bueno para la sociedad. Es un error. Ni la izquierda ni la derecha son el bien (o el mal). Se puede estar bien o mal en esto o en aquello, pero no se puede ser el bien o el mal.El artículo completo aquí.
miércoles, marzo 26, 2008
Gabriel Zaid dixit (2):
"El poder literario es tan real, aunque sea minúsculo, que los otros poderes tratan de sumárselo, desconocerlo, ridiculizarlo o aplastarlo".
martes, marzo 25, 2008
Gabriel Zaid dixit (1):
No son intelectuales:
a) Los que no intervienen en la vida pública.
b) Los que intervienen como especialistas.
c) Los que adoptan la perspectiva de un interés particular.
d) Los que opinan por cuenta de terceros.
e) Los que opinan sujetos a una verdad oficial (política, administrativa, académica, religiosa).
f) Los que son escuchados por su autoridad religiosa o por su capacidad para imponerse por la vía armada, política, administrativa, económica.
g) Los taxistas, peluqueros y otros que hacen lo mismo que los intelectuales, pero sin el respeto de las élites.
h) Los miembros de las élites que quisieran ser vistos como intelectuales, pero no consiguen el micrófono o (cuando lo consiguen) no interesan al público.
i) Los que se ganan la atención de un público tan amplio que resulta ofensivo para las élites.
Un intelectual sin público no es un intelectual. Por eso, decir "nosotros los intelectuales" suena a "nosotros los clásicos": asume una posición ante el público que sólo el público puede conceder. Lo que hace al intelectual es la recepción de su discurso, más que su discurso.
a) Los que no intervienen en la vida pública.
b) Los que intervienen como especialistas.
c) Los que adoptan la perspectiva de un interés particular.
d) Los que opinan por cuenta de terceros.
e) Los que opinan sujetos a una verdad oficial (política, administrativa, académica, religiosa).
f) Los que son escuchados por su autoridad religiosa o por su capacidad para imponerse por la vía armada, política, administrativa, económica.
g) Los taxistas, peluqueros y otros que hacen lo mismo que los intelectuales, pero sin el respeto de las élites.
h) Los miembros de las élites que quisieran ser vistos como intelectuales, pero no consiguen el micrófono o (cuando lo consiguen) no interesan al público.
i) Los que se ganan la atención de un público tan amplio que resulta ofensivo para las élites.
Un intelectual sin público no es un intelectual. Por eso, decir "nosotros los intelectuales" suena a "nosotros los clásicos": asume una posición ante el público que sólo el público puede conceder. Lo que hace al intelectual es la recepción de su discurso, más que su discurso.
domingo, junio 10, 2007
Dos poemas (10 de junio, 2 de octubre) - Gabriel Zaid
NO HAY QUE PERDER LA PAZ (1971)
¿Sigue usted indignado,
Señor Presidente?
Mala cosa es perder
por unos muertitos,
que ya hacen bostezar
de empacho a los gusanos,
la paz.
Todo
es posible en la paz.
¿Sigue usted indignado,
Señor Presidente?
Mala cosa es perder
por unos muertitos,
que ya hacen bostezar
de empacho a los gusanos,
la paz.
Todo
es posible en la paz.
(Soneto 66)
Asqueado de todo esto, me resisto a vivir.
Ver la Conciencia forzada a mendigar
y la Esperanza acribillada por el Cinismo
y la Pureza termida como una pesadilla
y la Inquietud ganancia de pescadores
y la Fe derrochada en sueños de café
y nuestro Salvajismo alentado como Virtud
y el Diálogo entre la carne y las bayonetas
y la verdad tapada con un Dedo
y la Estabilidad oliendo a establo
y la Corrupción, ciega de furia, a dos puños:
con espada y balanza.
Asqueado de todo esto, preferiría morir,
de no ser por tus ojos, María,
y por la patria que me piden.
Ver la Conciencia forzada a mendigar
y la Esperanza acribillada por el Cinismo
y la Pureza termida como una pesadilla
y la Inquietud ganancia de pescadores
y la Fe derrochada en sueños de café
y nuestro Salvajismo alentado como Virtud
y el Diálogo entre la carne y las bayonetas
y la verdad tapada con un Dedo
y la Estabilidad oliendo a establo
y la Corrupción, ciega de furia, a dos puños:
con espada y balanza.
Asqueado de todo esto, preferiría morir,
de no ser por tus ojos, María,
y por la patria que me piden.
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