jueves, mayo 19, 2016

Omisiones - John McPhee

Fragmentos de Omission, choosing what you leave out, de John McPhee

Escritura es selección. Tan sólo para empezar un texto tienes que elegir una palabra y sólo una de entre más de un millón en tu idioma. Sigue adelante. ¿Cuál es tu siguiente palabra? ¿Tu siguiente frase, párrafo, artículo, capítulo? Tu siguiente tiro, de hecho. Seleccionas lo que entra y decides lo que se queda afuera. Te basas en un solo criterio: si algo te interesa, entra; si no, se queda fuera. Esa es una forma cruda de evaluarlo, pero es todo lo que tienes. Olvídate de investigación de mercado. Nunca hagas investigación de mercado de tu escritura. Escribe sobre temas en los que tengas suficiente interés propio como para ver a través tuyo todos las alto, siga, titubeos, y otros obstáculos que se presenten en tu camino.

Los escultores abordan la eliminación de material a su manera. Como Miguel Ángel: “Cuanto más residuos de mármol, más la estatua crece”. “Cada bloque de piedra tiene una estatua en su interior, y es la tarea del escultor descubrirla”. Podemos imaginar vagamente a Miguel Ángel con seis toneladas de mármol de Carrara, un martillo, un cincel de punto… un cincel diente, un cincel garra, escofinas, codillos, y un marro: “Sólo estoy quitando lo que no pertenece allí”.

E inevitablemente hemos llegado a Ernest Hemingway o, cómo dicta la moda de la teoría crítica, a uno de los clichés más venerables del mundo: “Si un escritor de prosa sabe lo suficiente acerca de lo que está escribiendo podrá omitir cosas que sabe, y el lector, si el escritor está escribiendo realmente bien, tendrá la sensación de esas cosas con tanta fuerza como el escritor las haya fijado”. “La dignidad de movimiento de un iceberg se debe sólo a la octava parte de él que está fuera del agua”. Las dos frases son de Muerte en la tarde, un libro de no ficción (1932), aunque se aplican fácilmente a la ficción. Hemingway a veces llama a este concepto Teoría de la Omisión. En 1958, en una entrevista sobre “arte de la ficción” para The Paris Review, le dijo a George Plimpton: “Elimina cualquier cosa que puedas, eso sólo fortalecerá a tu iceberg”.

Sé como no podrías ser. Me parece que la Teoría de la Omisión de Ernest Hemingway está diciendo a los escritores: “Regresa. Que el lector haga la creación”. Para hacer que un lector pueda ver con los ojos de su mente todo un paisaje otoñal, por ejemplo, un escritor tiene que entregar unas cuantas palabras e imágenes, tales como choques de maíz, faisanes, y una helada temprana. El escritor creativo deja espacios en blanco entre los capítulos o segmentos de capítulos. El lector creativo articula en silencio la idea no escrita que está presente en el espacio en blanco. Que el lector tenga la experiencia. Deja los juicios en la mirada del espectador. Cuando estás decidiendo qué dejar fuera, comienza con el autor. Si te ves haciendo cabriolas alrededor o entre el sujeto y el lector, piérdete. Da espacio para moverse al lector creativo. En otras palabras, en la medida en que esto sea todo acerca de ti, déjalo.

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