domingo, abril 22, 2012

Inauguración del FID Avant Garde (3)

"Opuestos-somos"
La discusión sobre regionalismos está vigente en las artes plásticas y en la literatura. Oaxaca a la cabeza, Guadalajara otro tanto, hay zonas donde las artes plásticas parecen florecer más que en otros lares. En la literatura, la discusión entre chilangos y norteños (donde siempre San Luis queda literalmente enmedio de una nada) se da en artículos de revistas impresas, en twitter, en mesas redondas. Se habla de lo posnorteño en son de chunga y en verdades a medias, de narcoliteratura, de ciudades donde hay otras realidades.

Desde San Luis Potosí en el arte de Terpsícore poco ha salido después de las creaciones de la maestra Lila López, a más de 50 años de la creación del Instituto Potosino de Bellas Artes, a 40 años de que se creó el Ballet Provincial y a más de 30 de su Festival Internacional de Danza. "Rebozos", "Huapango", "Atavismos", "Tianguis" "Aranzazú", "Sensemayá", "La Xtabay" y "Las aventuras del charro Micailo por no poder entrar al cielo con todo y caballo" son algunas de sus obras (mexicanistas, nacionalistas) que esperamos estén conservadas en algún medio electrónico, en programas de mano, fotografías, video y en la memoria de sus herederos artísticos como el patrimonio inmaterial que son. (Y que quienes las tienen las compartan.)

Alumnos del IPBA y de la Escuela Estatal de Artes Plásticas figuran en otros lares, pero como representativos son pocos los ejemplos, de los que tal vez e más notable sea José Rivera. Hay compañías independientes y la de la Estatal de Danza, con entusiasmo pero con resultados disparejos en preparación, técnica y propuestas. Se necesita apoyo para los seguidores de Terpsícore, profesionalizar esta disciplina que por amor al arte ha dado antos resultados.

Desde San Luis Potosí, y no precisamente desde lo potosino, acaso pospotosino, los jóvenes del Ballet Provincial prepararon un buen programa para la inauguración del 13 Festival Internacional de Danza Avant Garde de Yucatán. La primera coreografía de Carmen Valles y dos obras del maestro de ensayos de la compañía, César Montalvo, dejaron apreciar al público del teatro Armando Manzanero un nuevo Ballet Provincial —al que mucho se vio disminuido tras la muerte de Lila—, con jovencísimas bailarinas y recién egresados de la licenciatura en danza que (se) crecen para llenar el escenario, que juegan y buscan respuestas. Las experimentaciones de Valles sobre las relaciones familiares ("¿Y si te lo digo por tele?"), y los trazos para una bailarina ("Autómata") y los juegos de sombras y Creación ("Opuestos-somos") de Montalvo, con buen trazo y dominio del escenario, son un buen augurio para una etapa en la danza moderna de estos (aquellos) rumbos.

Las estancias de Rosario Romero y Jaciel Neri han dado vigor a la compañía. En Mérida, entre ambas funciones, el Ballet Provincial tuvo una clase especial con Patricia Aulestia y los comentarios de los especialistas asistentes. Ya se alistan para el próximo festival de danza.

Yo soy un cacto, dice el texto de Ysabel Galán para la coreografía de Lila, la única de esta autora que se presentó en su homenaje. Las propuestas de sus alumnos son cactos en un aparente desierto que ojalá sigan siendo apoyados para crecer. Los bailarines y coreógrafos están en la mejor disposición de demostrar quiénes son y de dónde vienen. El Provincial debe saber preservar el legado de su fundadora a la par que hace propuestas acordes a los tiempos en que se decreta la muerte de los ismos, pero se buscan esencias, combinaciones. ¿Danza glocal, diferente y con raíces?

Y ojalá pronto se aclare que ha pasado con el FIDC Lila López de este año, por este y otros grupos que florecen a pesar de la falta de líquido, liquidez.

Con la dirección de Carmen Alvarado, integran el Provincial: Xiadani Leija, Miguel Baltazar, Luis Fernando Loredo, Alma Morelos, Laura Pacheco y Montserrat Zamarrón. Bailarín invitado: Eduardo Rocha.

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