jueves, marzo 10, 2011

Esquizofrenia (1)

"Para mí, un programa de escritura creativa debe tener, como mínimo, el desarrollo de los siguientes objetivos:

"El primero tiene que ver con el desarrollo del dominio de las técnicas de la escritura: un manejo de las herramientas básicas que todo escritor debe dominar para poder ejercer bien su oficio. Y me refiero a una clase de ingeniería de la escritura básica, de la redacción y del desarrollo del estilo, donde se manejen conceptos esenciales como desarrollo de trama, personajes, diálogos, marco, formación de clímax, etcétera.

"El segundo tiene que ver con el desarrollo de la sensibilidad estética de cada alumno [...] y se logra con un intercambio de lecturas clásicas, relacionadas con los temas y géneros específicos que cada autor esté manejando individualmente; lecturas tanto literarias como teóricas que busquen enriquecer el intelecto del autor para que éste pueda entablar una conversación profunda y compleja con su propia tradición literaria. Este diálogo se logra al entablar conversaciones con personas que han leído más que uno y con maestros a los que uno admire, no por los puestos que tengan, sino por lo que escriben y porque buscan ayudar al alumno a navegar en esa piscina infinita de libros que hay que leer.

"El tercero tiene que ver con pulir lo que el estudiante ya ha escrito. Consiste en compartir su trabajo con otros escritores y desarrollar una actitud de apertura hacia la crítica de otros colegas, para afinar sus capacidades [...]

"El cuarto es sumamente práctico, pero no por eso menos importante, y tiene que ver con una exposición al manejo de la profesión de la escritura, encuentros con editores, agentes literarios, promoción de textos, etc. ¿Cómo se construye una profesión de escritor? Ese tipo de cosas..."


* Ángel Lozada, en conversación con Eduardo Subirats,
Escritura y esquizofrenia, Aureliano Ortega Esquivel y Juan Pascual Gay (editores), Universidad de Guanajuato/El Colegio de San Luis, 2010.

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