"Ser un pésimo escritor no es un delito. Pero aún eso requiere cierto esfuerzo: la apuesta de invertir el escaso tiempo propio en la traza de una obra, incluso de una obra mala, incluso de una obra pésima. [...] Ser un pésimo escritor no es ciertamente un delito... pero da tanta vergüenza..."
Tomado de Neorrabioso: Troya literaria.
Da qué pensar esta entrada tuya, ya sabes que yo me dedico a este noble oficio de juntar palabras para crear mágia. Como tú dices, sólo el esfuerzo es digno de elogio.
ResponderBorrarPensaré en esto.
Besos.