Me dormí temprano pero me despertó la sed. En la cocina prendí la luz y las vi: las filas de hormigas ya habían formado una sinfonía en la pared. Con el agua caliente para mi café interrumpí su música.
Ya no puedo cerrar los ojos. Sé que toda la noche sentiré el cosquilleo, sus pasos al compás de mi prurito, al compás de mi remordimiento.
Sé lo que es eso, que esos puntitos negros, concienzudos y persistentes invadan tu cocina. No puedes dejar de pensar en ellos.
ResponderBorrarLos aparatos de ultrasonidos van muy bien, digo para las hormigas, para la mala conciencia hay otros remedios menos efectivos.
Un abrazo.
Buenos días profe. ¿Hormigueos? No hay de qué preocuparse, son propios de esta temporada invernal, las manos hormiguean y a veces hasta el cuerpo se entume.
ResponderBorrarSabe, yo sólo estoy arrepentida de no haber dado unas cachetadas traperas a ciertas personas que dejé me dañaran en el pasado. Un abrazo
Mercedes:
ResponderBorrarMi conciencia, mala o buena, no tiene remedio.
Un abrazo.
Blanca:
ResponderBorrar¿recordimiento implica arrepentimiento? No sé.
Un abrazo.
Según la RAE, profe, remordimiento y arrepentimiento se parecen mucho:
ResponderBorrarremordimiento.
1. m. Inquietud, pesar interno que queda después de ejecutada una mala acción.
arrepentimiento.
(De arrepentirse).
1. m. Pesar de haber hecho algo.
Pero como no incluye los pecados de omisión, creo que ninguno se aplica a las bofetadas no dadas. Gracias por utilizar la mayéutica para hacerme aprender. Feliz retorno a clases. Blanca