miércoles, julio 08, 2009
etimologías... una cada seis horas
Como pedía aquella historia, no puedo dejar de leerle. Palabras con sus historias, coincidencias, sonidos parecidos y tal vez las mismas raíces. No puedo dejar de escribirle, Morfeo puede esperar. Estupefaciente es lo que causa estupefacción (pasmo, estupor) y también lo contrario, aquello que hacer perder la sensibilidad. La Real Academia no dice que tenga que ser una sustancia, aunque todo la tiene. Cuando algo (o alguien) deja estupefacto (verbigracia el Síndrome de Stendhal, una pastilla, una inyección o la aparición de Beatriz y Laura ante los respectivos Dante y Petrarca) puede ser por un aumento a veces vertiginoso de la sensibilidad, por el descubrimiento de nuevas vías hacia el conocimiento, o porque nulifica. Cause o quite esta facultad de sentir o este dejarse llevar por los afectos, un estupefaciente es adictivo (no de adición, que añade algo, que puede serlo, sino de adicción, de ahí la mala fama de la palabra, encerrada en lo políticamente incorrecto), y también es cierto que sentir tanto y no sentir, lo dice la etimología, puede llevar a parecer o estar como estúpido. Auch. Pero sigo tratando de ser el lector ideal.
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