«Te hundes en el pozo y no hay nada que te proteja contra el asalto de la verdad. Allí abajo no puedo escribir ni leer; sin embargo, existo, soy...»
«No soy una ni simple, sino compleja y muchas...»
«Pasé de un lado a otro sosteniendo mi dolor. No, no mi dolor, sino la incomprensible naturaleza de esta nuestra vida. Algunos acuden a los sacerdotes, otros a la poesía; yo acudo a mis amigos y a mi propio corazón, y busco por entre frases y fragmentos, algo que aún no esté quebrado. Yo, para quien no hay belleza suficiente en la luna o en un árbol, para quien el contacto de una persona con otra lo es todo, pero que ni siquiera esto puedo comprender. Yo, que soy tan imperfecta, tan débil, tan indeciblemente sola, ahí estaba...»
«Goza del lunes y del martes, y no aceptes la culpa de los sentimientos egoístas, ya que, bien lo sabe Dios, he cumplido con los deberes que me incumbían, con la pluma y habla, para con la raza humana. Quiero decir que los jóvenes escritores pueden seguir en pie de guerra. Sí, merezco una primavera, y no le debo nada a nadie. No necesito escribir una carta (están todos los poemas, manuscritos, esperando), ni necesito tener invitados a pasar el fin de semana. Sí, ya que los demás pueden ser tan felices como yo esta primavera...»
No hay comentarios.:
Publicar un comentario