martes, julio 07, 2020

Reflexión (2): Carlota y Amanda

Autorretrato en el espejo convexoCarlota Caulfield


En el cuadro hay un niño sonámbulo, pero no se puede
saber si camina o vuela. El movimiento de la retina
no quiere terminar el juego de lo que reposa o se alza.
El hilo de luz crea una transparencia en la mano que hace
ver su anillo. Parmigianino es capaz de refractarse.
En el cuadro hay una niña sonámbula,
pero no se puede saber si camina o vuela.

Convergencias. Fluir desde el riesgo de una mañana
anónima. Los niños entran en la cámara lúcida y se
dan la mano. Un día nos veremos al otro lado del
prisma, abriéndonos caminos en territorios lúdicos.

Habítame en ellos.


Amanda Bouchenoire



La mano en el aireCarlota Caulfield
Se extiende la escritura desatada
ante los espejos del cuerpo.

Las imágenes son pródigas
y el chispazo delicado del gozo
se cierran sobre la cintura
mientras se declara disidente.

Con fragmentos se construye el ánfora.
El descenso de la rueda termina.
La luz se hace forja
en su reflejo anónimo.

Cuando llegue el día
en que esté terminada
la forma entrará como aire
y un abrazador torrente
será murmullo.

De Giuseppe Arcimboldo
se ha dicho
que inventaba rompecabezas.

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