lunes, julio 20, 2020

Coincidencias o casualidades

Este sábado, mientras en televisión pasaban Tornado (Jan de Bont, 1996), hubo un tornado en Jalisco —y era tornado aunque las autoridades digan que era «una tromba en altura»— según fotos y videos en las redes sociales.

Qué coincidencia, pensé. 

En la película, los cazatormentas divorciados interpretados por Bill Paxton y Helen Hunt crean un aparato que se llama Dorothy para estudiar los tornados desde adentro.

Al día siguiente, al prender la tele apareció Dorothy, justo cuando arrecia la tormenta antes del tornado en la inmortal El mago de Oz (Victor Fleming, 1939). Las escenas sepias se transforman en colores chillantes, en canciones pegajosas, en una historia que no envejece.

También este domingo murió Juan Marsé, español, autor de novelas como Si te dicen que caí, Caligrafía de los sueños y Últimas tardes con Teresa.

En su discurso de aceptación del Premio Cervantes en 2008, Juan Marsé dijo: 

«Hay que acotar nuevas parcelas de la memoria, hacer más denso el laberinto, cuidando, pues, de dejar una traza de hilo, como hizo Teseo aquella vez, para poder volver al exterior, y contarlo. Sobre todo, en lo que a mí respecta por lo menos, persistir en la búsqueda de algo, que nunca he sabido definir, pero que tiene que ver, por encima de cualquier otra finalidad, con alguna forma de belleza.»

Tornado es verbo en pretérito singular: yo he tornado, ella ha tornado...

En Twitter, Jorge Alberto Pérez publicó la portada de un libro de Marsé recientemente adquirido, Ronda del guinardo, y el epígrafe del mismo: «Érase una vez una coincidencia que había salido de paseo en compañía de un pequeño accidente; mientras paseaban, econtraron una explicación tn vieja, tan vieja, que estaba toda encorvada y arrugada y parecía más bien una adivinanza». ¿El autor del epígrafe? Lewis Carroll.

Rafael Chirbes (Material de derribo, 2002) dice de las novelas de Marsé que son «un experimento radicalmente original, una relectura de cada uno de los géneros en el que el pasado se expresa y, en conjunto, una relectura de ese pasado que se convierte en un torbellino, en un tornado ascendente en el que, de abajo arriba, los usos literarios más degradados entran en contacto con lo más alto del escalafón literario».

Al final no tiene que ver una cosa con la otra. ¿ O sí? Como las ironías y críticas sociales de la película, como el mago estafador o las muertes accidentales que provoca Dorothy y devienen heróicas. La coincidencias de ritmo del primer viaje a color con el prisma de El lado oscuro de la luna de Pink Floyd.

Escribo mientras llueve o viceversa. Truena y trueno pero no he tornado. 

Tornados y retornos, en fin, casualidades que se vuelven coincidencias significativas si uno quiere hilvanarlas. 

Así se construye la memoria.

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