"El pasado es un lugar peligroso, especialmente porque sus cimas y sus abismos están oscurecidos por la niebla. No solo las cosas terribles que han sucedido en el pasado moldean el presente, sino que los recuerdos y los recuerdos parciales se vuelven armas en la lucha desesperada en la cual estamos permanentemente envueltos. El pasado tiene el poder de desorientar, desequilibrar, obsesionar, atrapar y destruir caracteres que están frecuentemente al borde de un abismo dentro del cual están más bien solos".
(citado en "La voz del otro en el teatro cubano contemporáneo", de Matías Montes Huidobro, en El teatro y su mundo: estudios sobre teatro iberoamericano y argentino, Osvaldo Pelletieri, ed.)
No hay comentarios.:
Publicar un comentario