«Escribí The Sandman porque cuando me encontré con el trabajo de Alan Moore, pensé: "Esto es lo que pensé, cuando tenía 15 años, era una forma de arte". Y para cuando tenía 17 años estaba como, "si es una forma de arte, pero no es para mí". Pero entonces Alan estaba escribiendo cosas que tenían más profundidad emocional y el conocimiento y la sabiduría y el poder de todo lo que estaba experimentando en el cine, en la literatura o en el escenario. Y lo estaba haciendo en cómics. Pensé: "Genial, quiero hacer eso también". Aquí está el cómic que no existía, y voy a crearlo y es mío y nadie me puede decir qué hacer porque nadie sabe qué estoy haciendo. Y no estoy muy seguro de lo que estoy haciendo. Solo estoy haciendo esto que creo que tiene que existir...
»Sandman me salvó la vida mientras lo escribía. Me convirtió en un escritor. Sandman, crecimos juntos. Como las exigencias de la historia necesitaban un mejor escritor, y luego un escritor más grande, me convertí en mejor escritor y en un gran escritor porque tenía que escribir esa historia...
»Todo guion es una carta a un artista para contarle lo que está en tu cabeza. El mantra al que volvía en cada guión, mientras le decía a un artista qué hacer, era: "si puedes ver una mejor manera de hacerlo, hazlo". Eso funcionará...
Diálogo con N.K. Jemisin en Literary Hub.
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