martes, febrero 20, 2018

Próximamente: minotauros

Al principio solo me daban miedo los intensos ruidos que se colaban por la ventana. La noche crujía, yo preso. La explicación no podía ser más sencilla: en días recientes llegaron un par de minotauros a anidar en el arbol que está afuera de mi ventana. Vivo en un quinto piso, y desde la ventana los oigo mugir al amanecer. Han prometido contarme algunas historias, y en cuanto lo hagan algo he de compartir. Minotauros somos y en el laberinto andamos.

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