sábado, diciembre 10, 2016

El patriota ingenioso - Ambrose Bierce

Tras obtener audiencia con el Rey, un Patriota Ingenioso sacó un papel del bolsillo y dijo:

—Majestad, tengo aquí una fórmula para construir blindajes que ninguna bala de cañón podrá perforar. Si la Armada Real los adopta, nuestros barcos de guerra serán invulnerables y por lo tanto invencibles. Aquí están, también, los informes de los ministros de su Majestad que dan fe del valor de mi invento. Cederé mis derechos por un millón de tuntunes.

El Rey examinó los documentos, los apartó y prometió al hombre que daría al tesorero mayor del Departamento de Extorsiones la orden de pagarle un millón de tuntunes.

—Y aquí —dijo el Patriota Ingenioso, sacando otro papel de otro bolsillo— están los planos de un cañón que he inventado y que perforará ese blindaje. El real hermano de vuestra Majestad, el Emperador de Bang, tiene mucho interés en comprarlos, pero mi lealtad al trono y a la persona de vuestra Majestad me obliga a ofrecerlos primero a vos. El precio es un millón de tuntunes.

Después de recibir la promesa de un nuevo cheque, el inventor metió la mano en otro bolsillo.

—El precio del cañón irresistible —observó— habría sido mucho mayor, Majestad, si no resultara tan fácil desviar las balas usando mi tratamiento especial de los blindajes con un novedoso…

El Rey llamó por señas al Gran Factótum.

—Registra a este hombre —ordenó—, y dime cuántos bolsillos tiene.

—Cuarenta y tres, señor —dijo el Gran Factótum al concluir su trabajo.

—Majestad —gritó el Patriota Ingenioso, aterrorizado—, uno de ellos contiene tabaco.

—Cuélgalo de los tobillos y sacúdelo —dijo el Rey—; después dale un cheque por cuarenta y dos millones de tuntunes y ejecútalo. Hecho eso, prepara un decreto donde se declare el ingenio delito capital.

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