viernes, julio 15, 2016

Órficos

“Mientras cantaba con la música de la lira, las almas rompieron a llorar. Tántalo no se esforzó en alcanzar las aguas que siempre se retiraban, la rueda de Ixión se detuvo, los buitres dejaron de picar el hígado de Titis, las hijas de Danao dejaron de llenar sus vasijas y Sísifo descansó sobre una roca".


1

Mientras salían, Eurídice cantaba. Un alma en pena, conmovida por el canto, tocó el hombro de Orfeo. Cada quién en su infierno busca una voz, esa música particular.


2

Aunque la versión más difundida es que los señores del inframundo le dijeron a Orfeo que fuera delante, hay quienes cuentan que Eurídice fue mordida por una serpiente. El error de Orfeo fue no decirle: "Ve adelante que yo iré más despacio". La vería aunque caminara más de prisa, aunque se perdiera en el horizonte.

3

—Puedes salir del infierno con la condición de que durante el camino no voltees a ver tu propia imagen, Orfeo. Nada de selfies.


4

Acaso sólo una sombra... Así fuera sólo durante el trayecto hacia el exterior, hay que imaginarse a Orfeo dichoso.


5

La cabeza, arrancada por las Ménades, cantaba. Ya no por conmover, sino para sí misma. No se oía, eran más los silencios, bien combinados en el tiempo del río que parecía no tener fin.

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