lunes, diciembre 31, 2012

A favor de la diversidad textual


Este año me fragmenté. No soy soy yo o no soy el que era, o a veces. El que esto escribe —un yo más, digamos, más físico que otros, casi siempre—se ha encerrado y casi no se deja ver. Trastornos de la personalidad, al fin y al cabo, las demás personalidades, casi todas, a veces salen. Llevo a mis otros yo, a veces a regañadientes, a terapia grupal, y dice la siquiatra que ahí la llevamos, que las discusiones entre yos son "relativamente" normales. Este año por primera vez publiqué poemas, y los leí en auditorios, patios, escuelas y autobuses del transporte público. Viajé, a veces vi viajar a otra personalidad mientras me quedaba a escribir. Hay una personalidad que escribe más que yo y cuando puedo me le escapo mientras se queda a pergeñar palabras. Hay quien no quiso comentar nada y me rehuyó hasta como amigo. Hay otra que no he visto porque está muy ocupada. Aumentaron mis lagunas mentales y una personalidad se ahogó. Sin embargo, hay un libro de poemas, uno de cuentos y una novela, además de textos y libros editados para amigos o instituciones, que están en camino. En todo caso, yo y mis otros yo —casi todos— no pusimos de acuerdo en que este día no etiquetaríamos a nuestros contactos en una imagen de champán y rosas, ni les desearíamos nada que no busquen o sueñen ustedes ya. La felicidad y la realización son relativas. Cada quien, pensamos. Hay proyectos, realidades, organizaciones y mucho que hacer. Si están aquí, en la matrix, es por algo, si los elegimos o nos eligieron como contacto u objeto de lectura (a cualquiera de nosotros yo) no es coincidencia. Ojalá. En todo caso, gracias por provocar una sinapsis, por alterar en algo nuestra química cerebral. Pero sí, abrazos, y nos adherimos como abajofirmantes a cualquier manifestación y sitio donde se fomente la diversidad textual.

No hay comentarios.:

Publicar un comentario