Además de textos de los comentaristas, se recopilan los carteles con las imágenes creadas por el maestro Raúl Gamboa Cantón, y vienen textos de funcionarios del ramo así como de la periodista Emilia Cervantes, del cual les comparto un fragmento:
Lila López hace más de treinta años tuvo un sueño: crear un evento en donde coreógrafos, bailarines, músicos y toda la corte celestial con la que se integra una función de danza contemporánea, se reuniera en un solo lugar, en donde se pudieran tomar cursos y talleres con los mejores maestros y disfrutar de las coreografías de grupos de toda la republica mexicana y posteriormente del extranjero.
Lila López tuvo un sueño que se volvió realidad. Este proyecto se inició con pocos grupos y fue creciendo hasta lograr, años después, ediciones hasta de tres semanas de duración, ya que compañías tanto nacionales como internacionales querían estar en el Festival. Todo el quién es quién tenía que estar para ser.
San Luis Potosí capital se volvió el lugar, el sitio, en el escaparate, donde una pléyade de creadores entre coreógrafos, bailarines, músicos y artistas plásticos así como críticos y reporteros de cultura, hicieron y deshicieron el mundo, su mundo, nuestro mundo, el mundo de la danza.
Las hordas de creadores llenaron teatros y calles. Con los años se mostró lo mejor de la danza, y lo no tanto. El público gozó diferentes corrientes danzarías: danza callejera, danza vertical, y danza-teatro, entre otras. Se disfrutaron creadores excelsos; hubo, sí, conflictos, entre grupos danzarios y el público. Uno de los más controvertidos fue UX Onodanza de Raúl Parrao, cuando lanzó globos con agua a los asistentes o cuando aventó condones y los jóvenes fueron más felices.
Se podrían enumerar tantas anécdotas, como algunas reacciones de emoción ante la danza cuestionadora de Andamio; de indignación por los desnudos que presentaba Barro Rojo, el asombro ante La Cebra Danza Gay, el enojo ante UX Onodanza, la aceptación popular por Ballet Independiente de Flores Canelo, el azoro ante la estética de Ballet Nacional; el gozo por disfrutar de Ballet Teatro del espacio, por tan solo mencionar algunos.
Podríamos recordar a tantos que ya no están aquí, por todo lo que dieron al FIDC, como Lila López, Raúl Gamboa, Flores Canelo, Luis Bruno Ruiz, Carlos Ocampo, Álvaro Muñoz de la Peña, pilares fundamentales, todos, de este Festival.
El FIDC ha sido un parteaguas. Se convirtió en una madre prolífica que dio a luz más festivales a lo largo de la republica mexicana y el extranjero, hasta conjuntar la Red de Festivales que abarca gran parte de nuestro país.
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