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Todo nervioso, pero nervioso con la excitación del triunfo, sintiendo que había encontrado la clave única y necesaria, que iba a componer algo exquisito, que iba a describir como nadie lo había hecho antes la colisión de dos clases, de dos mundos, empezó a escribir. Escribió acerca del árbol opulento en el escaparate descaradamente iluminado y del trabajador hambriento, víctima del paro, mirando aquel árbol con mirada severa y sombría.”
Un joven aprendiz de escritor lee su primera narración ante su mentor, crítico literario, y uno veterano. El crítico calla, el escritor ya conocido pone algunas trabas a la obra del principiante. El crítico, en silencio, finalmente sugiere que para un principiante un cuento de Navidad sería un inicio adecuado y da algunas ideas, que finalmente, tras una lucha esforzada porque la inspiración se resiste a llegar, aprovecha el escritor consagrado, Novodyortsev, “robando” la idea destinada a otro. Este es el comienzo:
“El insolente árbol de Navidad —escribió Novodyortsev— ardía con todos y cada uno de los colores del arco iris.”
Un joven aprendiz de escritor lee su primera narración ante su mentor, crítico literario, y uno veterano. El crítico calla, el escritor ya conocido pone algunas trabas a la obra del principiante. El crítico, en silencio, finalmente sugiere que para un principiante un cuento de Navidad sería un inicio adecuado y da algunas ideas, que finalmente, tras una lucha esforzada porque la inspiración se resiste a llegar, aprovecha el escritor consagrado, Novodyortsev, “robando” la idea destinada a otro. Este es el comienzo:
“El insolente árbol de Navidad —escribió Novodyortsev— ardía con todos y cada uno de los colores del arco iris.”
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