Entre las mesas de la cantina
Anda borracha la muerte
La noche huele a mujer
A vaselina y a sal
Y a tequila derramada
Sobre la mesa
Parados frente al espejo se quiebra
Y las imágenes se rompen
al cantar de las pistolas
Entre pedazos de la luna
Quedan los cuerpos sangrantes
del barbón y de su amiga
La noche huele a mujer
A fruta abierta y a sal
Y a tequila derramada
Sobre la piel.
Homero Aridjis tiene esa deliciosa capacidad de crear un ambiente realista y apocalíptico, tanto en sus poemas como en la narrativa. Siempre es un gusto leerlo, porque dan ganas de vivir dentro de sus letras, tomarse ese tequila y oler esa sal.
ResponderBorrarFelicidades a Homero, ha hecho que viva en primera fila esa tragedia en la cantina. Excelente poema, además con musicalidad, cualidad que aprecio en estos textos.
ResponderBorrarUn abrazo.