viernes, junio 05, 2009
paradojas
Tantos sueños y el quijote con insomnio, ferido al encontrarla en todos y cada uno de los libros, todos dañadores; por ver a Dulcinea hasta en los libros que no se han escrito porque las palabras siguen babeleando en el tintero. Vela armas, dice eufemísticamente. Agotado, sin dormir, pide que no lo despierten mientras espera el momento propicio para lanzarse contra los desaforados gigantes. Y sigue soñando cuando lanza en ristre va hacia ellos.
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Ah qué don Quijote tan necio, ¿por qué buscar a Dulcinea en los libros, si hay tantas y tantas Aldonzas ahí afuera? Aunque eso sí, tienen muchos más defectos...
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