«Vivir es asistir a la ceremonia de los adioses. Ahora me toca despedir a Fernando ”el Chino” González. Lo recuerdo cantando con su voz y con sus ojos, con entusiasmo y alegría, con aquella simpatía tan natural y tan inigualablemente suya. A mí me gustaba oírle cantar Nadie, el bolero de Agustín Lara que inmortalizó Toña la Negra. El ”Chino” como todo artista verdadero, nunca dejó de sentir un revoloteo de mariposas en el estómago cada vez que subía a un escenario. Una vez me confesó que bromeaba con el público porque se ponía nervioso. Eso sólo lo sabía él, porque el público nunca lo notaba, sólo notaba su talento y disfrutaba de su exquisito sentido del humor.
El "Chino" encarnó cómo nadie el espíritu, la sensibilidad y la música de San Luis Potosí.
La cultura y la música potosinas están de luto.
Descansa en paz, querido Chino.
Ánimo y fortaleza a su familiares y a todos cuantos lo quisieron y hoy guardan un grato y emocionado recuerdo de él.»
Eudoro Fonseca Yerena
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