Vestido del abismo,
desprendes de tu paso
al ser nombrado
tu brillo más oscuro.
Ebrio,
más que ese fondo.
Terso,
más que la noche en que me envuelves.
Oh Tenebroso,
oh Tremendo,
allí te escondes.
Cuando despiertas nada queda.
Y yo estoy entre mi sueño
y tu despertar.
Voy de mi aliento a tu párpado,
estoy en juego
—como las cosas otras
que aniquilas
cuando abres los ojos.
Elsa Cross en el Palacio de Minería |
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