Día Nacional del Libro

Yo no se lo diría ni a mi peor enemigo, pero hace poco alguien me dijo: Ya no eres nadie, Roque. Lo fuiste pero ya no eres nadie. 

Y bueno, no soy nada, nunca seré nada, como dirían Álvaro o Fernando. 

No había qué decirlo. Soy, al menos, mis lecturas, mis palabras.

En la primera foto están los libros que tengo empezados 

y los que apenas voy a hincarles el diente (el ojo).

Más los que se acumulen.

En la segunda, algunos de los que he escrito, solo o en colectivo.

Si no hay fallas en la mátrix, dentro de un año habrá dos más, mínimo. 

Soy mis miradas, mis (pocas) palabras, mi asperger y mi cariño por (ciertas) personas).

Desde hoy, en estos días, repartiré algunos libros en plazas y en los salones de clase.

O pueden pedirlos a mi correo.

Como Borges, me enorgullezco de los primeros, los que seré en estos días.

Tal vez ya no soy nadie, pero en las letras, en plural, podemos ser.

No espero ser nada, pero quiero compartir algo, algunas veces.