Sus imágenes iban del humor al amor en un paso. Conocí su obra en mi adolescencia, cuando leía a hurtadillas algunas revistas "para caballeros". Poesía visual, quizá. Descanse en paz Guillermo Mordillo, que sus monos regordetes y su grato bestiario seguirán por acá mientras haya miradas y memoria.
No hay comentarios.:
Publicar un comentario