jueves, abril 11, 2019

M87*



Siento un telescopio que me apunta como un revólver

Vicente Huidobro  

Todo es relativo y aún muchos seres humanos se niegan a hacerse a la idea. 

Vimos el resultado de años de trabajo de científicos de todo el mundo, de los datos de un telescopio común a toda la tierra, el Event Horizon, formado por ocho telescopios en varias partes del mundo, entre los que está el de Atzitzintla, Puebla. Vimos en vivo (es un decir) el agujero negro Messier 87*, que está a 54 millones de años-luz de la nuestra galaxia, la Vía Láctea. Vimos lo que está alrededor, lo que se ha salvado de ese espacio central que devora materia y luz. 

Colosal esfuerzo tan solo para ver. Harán falta más mentes para que los otros sentidos se involucren en esta inmensidad de la que formamos parte. 

Vamos a darnos nuestro espacio. Es decir, todo.




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Microcuento:

Durmió feliz por ver indirectamente el infinito a través de un telescopio mundial, y por haber visto miles de colores en el caleidoscopio que le regalaron de niño.

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