miércoles, enero 30, 2019

Humberto Ak'Abal (1952-2019)


Cuando nací
me pusieron dos lágrimas
en los ojos
para que pudiera ver
el tamaño del dolor de mi gente.

* * * * * 

La llama de nuestra sangre arde,
inapagable
a pesar del viento de los siglos.

Callados,
canto ahogado,
miseria con alma,
tristeza acorralada.

¡Ay, quiero llorar a gritos!

Las tierras que nos dejan
son las laderas,
las pendientes:
los aguaceros poco a poco las lavan
y las arrastran a las planadas
que ya no son de nosotros.

Aquí estamos
parados a la orilla de los caminos
con la mirada rota por una lágrima...

Y nadie nos ve.

* * * * *
Saqué de mi cabeza tu nombre y
 lo dejé perdido en el monte. 

Lo recogió el aire 
y agarró caminos 
entre los barrancos. 

Yo comencé a olvidar 
De repente 
chocó contra los peñascos 
y regresó el rebote. 

La lluvia se puso a cantar 
Y tu nombre me llegó llorando.

* * * * *
Cuando descubrí la poesía 
comencé a recordar... 
Mi poesía es un viaje de regreso.
* * * * *
Quisiera dejarte 
mi corazón así como está: 
roto. 

Con el sueño de que tal vez 
la grieta pudiera servirte de 
puerta.

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