miércoles, marzo 08, 2017

Empoderamiento eléctrico - Naomi Alderman

«En mi novela The Power imagino los cambios que suceden cuando de repente casi todas las mujeres del mundo desarrollan el poder de electrificar y electrocutar a la gente a su antojo. Me gustó la idea tan pronto como pensé en ella: parecía lo suficientemente flexible como para soportar algún peso metafórico, y menos cómico que dar a las mujeres enormes músculos o la capacidad de emitir gases venenosos de sus fosas nasales. Pero cuanto más he aprendido sobre la historia de la electricidad —en los hechos y en la ficción—, más he comprendido por qué la imagen de la mujer electrificada era tan perfecta. Se trata de las mujeres y la magia, la liberación de las mujeres a través de la promesa de la "casa electrificada", y sobre la forma en que la energía eléctrica hace que los débiles sea fuertes. Aunque no había puesto todo esto junto cuando empecé a trabajar en la novela, no soy la primera persona que imagina el empoderamiento de las mujeres como literalmente eléctrico.

»De Homero a Shakespeare, los escritores han sabido darle poder a una mujer en sus historias. La hicieron mágica: una bruja. Ése es también el poder que las mujeres tienen en los cuentos de hadas: el extraño poder de lo inexplicable. Y siempre ha habido algo extraño y extraño sobre la electricidad, también.

»Es posible que ya estén recordando la magnífica creación de Rider Haggard, Ella, la que debe ser obedecida, publicada en 1886. Aquí, la inmortal diosa reina Ayesha espera la reencarnación de su amante muerto hace milenios. Ayesha es una "hechicera", pero quien la molesta podría encontrarse "explotada en la muerte por alguna misteriosa agencia eléctrica". O se podría señalar el Victor Frankenstein de Mary Shelley,  quien logra hacer la más femenina de las actividades —el nacimiento de una nueva vida— mediante un proceso que él nunca explica muy bien, pero que parece referirse a la electricidad...»

The Guardian

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