viernes, abril 01, 2016

Abril


Escribo, solo así me fundo. Escribir, la terapia más-cara. Y sin sentirlo casi, ya es abril. Espuma parece ser el origen de la palabra abril, como de Afrodita, y espuma es lo que sale a veces cuando enjabonamos la palabra, no abril sino cualquiera: algo nace de esa espuma. Salí a caminar, a disfrutar el clima nocturno y me topé con un dinosaurio, que me siguió a casa. No pude hacerme el desentendido ante sus maullidos lastimeros. Lo acaricio mientras contemplamos el cráneo de Shakespeare, que alguien dejó a mi puerta hace algunas noches, lo tengo en el restirador junto a una vieja máquina de escribir. Sí, abril es un buen mes para ser (o no), para compartir los libros que estaban pendientes de reseñar, para empezar nuevos proyectos, para reinventarnos. Días del libro, de la danza, del diseño y del niño. No tenemos sueño pero invito a mi dinosaurio a dormir.  Y cuando despierte...

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