lunes, marzo 21, 2016
Primavera - John Milton
«Tan encantador le parecía aquel sitio a Satán. Purificábase doblemente el aire a medida que se acercaba a él, hinchándole el corazón de deleite, de aquel gratísimo bienestar con que la primavera ahuyenta toda tristeza, como no sea la de la desesperación. Agitando sus fragantes alas, esparcían los vientos los perfumes que naturalmente atesoran, y revelaban en su murmullo dónde habían adquirido las balsámicas esencias que prodigaban; y como el navegante que traspone el cabo de Buena Esperanza, y al dejar atrás a Mozambique siente el dulce halago de los vientos del nordeste, y los aromas de Saba que le envía la Arabia feliz desde sus odoríferas riberas, y se complace enajenado en caminar más lentamente, para recibir el suave aliento que sonriendo exhala de lejos el Océano, así aspiraba el pérfido Enemigo el delicioso ambiente que iba determinado a emponzoñar...»
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