miércoles, noviembre 19, 2014

Albert Camus: "Ni víctimas ni verdugos" (fragmento)

«Cuando la muerte se convierte en objeto administrativo y de estadística es que las cosas del mundo van mal. Pero si la muerte se hace abstracta es que la vida también lo es. Y la vida de cada uno no puede ser sino abstracta a partir del momento en que a uno se le ocurre someterla a una ideología. Desgraciadamente estamos en la época de las ideologías, y de las ideologías totalitarias, es decir, muy seguras de sí mismas, de su razón imbécil o de su mezquina verdad, como para supeditar la salvación del mundo solo a su propia admiración. Y querer dominar a alguien o a algo es desear la esterilidad, el silencio o la muerte de ese alguien.

»Alcanza, para constatarlo, con mirar en derredor nuestro. No hay vida sin diálogo. Y en la mayor parte del mundo el diálogo es reemplazado hoy por la polémica. El siglo XX es el siglo de la polémica y del insulto. La polémica ocupa, entre las naciones y los individuos, e incluso a nivel de las disciplinas antaño desinteresadas, el lugar que ocupaba tradicionalmente el diálogo reflexivo. Miles de voces, día y noche, cada una por su lado tras un monólogo tumultuoso vierte sobre los pueblos un torrente de palabras mistificadoras, ataques, defensa, exaltaciones.

»¿Pero cuál es el mecanismo de la polémica? Consiste en considerar al adversario como enemigo, en simplificarlo, en consecuencia, y en negarse a verlo. Al que insulto, no le conozco más el color de sus ojos, ni si sonríe y de qué manera. Convertidos en casi ciegos gracias a la polémica, no vivimos más entre hombres, sino en un mundo de siluetas.

»No hay vida sin persuasión. Y el mundo de hoy solo conoce la intimidación. Los hombres viven y solamente pueden vivir, con la idea de que tienen algo en común, en lo que pueden siempre reencontrarse. Pero nosotros hemos descubierto esto: hay hombres a los que no se persuade...»

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