martes, octubre 18, 2011

Osculidad

En San Luis Potosí se dijo que hay una iniciativa de ley para prohibir los besos en el transporte público. Cuando fui a Costa Rica estaba prohibido besarse en restoranes y sitios públicos, y por lo que se lee en la nota de El País Semanal, la prohibición de los ósculos tiene su historia.

Además de la historia del beso y su tabú, es interesante la descripción del acto: 

Primer paso: giramos la cabeza. Dos terceras partes de las personas lo hacen hacia la derecha antes de besar a su compañero o compañera en la boca, de acuerdo con los estudios. ¿Por qué? Según el psicólogo alemán Onur Gunturkun, el 80% de las madres acunan a sus hijos contra su costado izquierdo, sean diestras o zurdas, por lo que los bebés tienen que girar su cabeza hacia la derecha para encontrar el alimento y el contacto maternal. Segundo paso: juntamos y presionamos nuestros labios con los de él o los de ella. Claro que los labios humanos, en el reino animal, son muy raros, carnosos y vueltos hacia afuera. Y muy sensibles e inervados. En la corteza cerebral que recibe la información de los sentidos, la superficie dedicada a los labios y la lengua es más grande que la de los pies o los genitales. Tercer paso: un buen beso requiere todos los músculos faciales, en total 34, además de otros 134 músculos extra que configuran la postura en el resto del cuerpo.
Sí, yo también salivé.

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