lunes, abril 04, 2011

Un llamado urgente desde la poesía

Columna Vientre de Cabra, La Jornada Morelos

Un llamado urgente desde la poesía


Salvador García

Para quienes tenemos la dicha de contar a Javier Sicilia entre nuestros maestros y amigos, los hechos de los últimos días nos han provocado una herida azuzada por el dolor, la frustración y el hartazgo. Nadie como Javier nos ha enseñado a levantar la palabra para denunciar y exigir un verdadero cambio ante la podredumbre del mundo. Nadie como Javier nos ha demostrado la coherencia desde donde puede combatirse el mal en un país casi derruido.

Sus palabras del pasado viernes deben calarnos hondo. Son el reflejo de tantas horas de angustia y desolación padecidas por miles de familias en el país, por miles de padres, hermanos, amigos de las víctimas de este caudal de violencia que nos desangra diariamente, que nos ha cuartado la libertad de andar por nuestras ciudades sin temor ni perspicacias, que nos ha lacerado, que nos ha quitado la vida.

Como el propio poeta lo ratificó, el movimiento social propuesto debe estar alejado de cualquier matiz político y demagógico. Dejémonos de patrañas. Las derechas y las izquierdas institucionalizadas representan el mismo estercolero de la partidocracia, cuyo rasgo fundamental es la incapacidad de plantear acciones que realmente mengüen los verdaderos y urgentes problemas del estado y del país.

Ya lo dijo Octavio Paz: la política no es ni una religión ni una filosofía. No es una filosofía porque no enseñará nada al hombre; no es una religión porque no salvará al hombre. Salen sobrando los discursos mesiánicos y los “redentores” de la patria, salen sobrando los esperpénticos productos tricolores de televisión, salen sobrando las buenas intenciones aderezadas con fines electorales. La política se trata de conjuntar ideas contrarias, con el fin de cohesionar un proyecto en beneficio de toda la sociedad; aspecto en que ni siquiera reparan los imbéciles que dicen ostentar una curul o un puesto en gobierno.

Ante tal panorama, es momento de recuperar las calles, la consciencia y el deseo de vivir en paz. Es imprescindible que se repitan las acciones realizadas en los últimos días por la sociedad de Cuernavaca, pero incrementando la participación de diversos sectores sociales, no sólo el intelectual y artístico que han ostentando una calidad humana desbordante. Ante la debacle debemos unirnos. Se trata de modificar el rumbo, se trata de exigir nuestra forma de convivencia sin miedo, ni amenazas de ningún tipo. La tarde del próximo miércoles 6 de abril de abril hay que unirnos a la marcha nacional que partirá de la Paloma de la Paz rumbo al zócalo de Cuernavaca. Es tiempo de recuperar nuestra vida.

Javier, maestro, amigo, hermano, para ti y tu familia un gran abrazo. De sobra sabes el agradecimiento que te tengo por las palabras y tu apoyo en el momento más álgido de mi vida, de sobra sabes el respeto y el amor hacia ti. Somos miles quienes estamos contigo. Ya no hay marcha atrás.

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