viernes, octubre 22, 2010

Antonio Alatorre (1922-2010)

"Nadie mejor que el ateo total (sobre todo si tiene ideas sobre la historia y la sociedad) para captar y apreciar el fenómeno de las supersticiones. Para mí no existe lo divino, lo sobrenatural, etc., salvo como epítetos literarios ocasionales (se desgastan muy aprisa). Borges dio en el clavo cuando dijo que la teología es el summum de la literatura fantástica. Lo que hacen los teólogos es imponer cierto orden en imaginaciones humanas amontonadas a lo largo de siglos. En tratándose sobre todo de Dios (y del Diablo), no hay imaginación humana que sea idéntica a otra. Pero, aunque la curiosidad y la fuerza imaginativa varían enormemente de un ser a otro, hay coincidencias, hay amalgamas. Y hay, finalmente, dogmas. Pensemos en la efervescencia de los primeros siglos de la era cristiana (¡no olvidar el alucinante Apocalipsis!); o pensemos en el gran florecimiento de la escolástica, con las memorables pugnas entre santo Tomás, doctor angelicus, y Escoto, doctor subtilis. A mí me encantaba platicar con Antonio Gómez Robledo, hombre ilustrado que en el fondo de su alma guardaba celosamente su zona de irracionalidad, o sea de superstición. "Pero tocayo —le decía yo—, ¿cómo es posible que usted crea en la Santísima Trinidad, fantasía de la misma índole que los mitos griegos, o hindúes, o mexicas?" Él me respondía con mucha animación, y evocaba el concilio de Nicea, etc., pero no contestaba mi pregunta. Si mi tocayo viviera, le daría a leer un artículo sobre "ciencia y religión" que leí no hace mucho en el Scientific American. Resulta que prácticamente todos los científicos actuales no sólo son ateos, sino que se ven en la necesidad de luchar contra la inercia de supersticiones como la del Dios Creador, que son una soberana lata. (Pero también resulta que algunos científicos profesan, todavía, cierto vago deísmo.)"


Completo en Letras Libres.
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1 comentario:

  1. ...no deja de resultar conmovedor advertir que hasta los 'ateos totales' se dan de trancazos a la hora de 'negar' el Dios en quien no creen.

    eso es lo lamentable de todo. por decir algo: a mí no me gusta el reggetón. y no lo escucho ni me interesa, vivo prescindiendo de ese tipo de música. pero los ateos 'totales' no pueden vivir sin Dios. en el fondo esas supersticiones tan invocadas, no son sino sólo la confirmación -como también lo dijo Borges- de aquello que pretenden negar, aunque siguen creyendo y viviendo día a día tangencialmente.

    en fin, andamos trepados en el mismo barco.

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