miércoles, julio 07, 2010

"Más tóxico que los imecas", de Adrián Román

.
Soy, a veces, una llave de a caballo aplicada por el santo,
otras veces soy el madrazo de frustración
que un borracho deja caer en la mesa.
cuando era niño hice llorar a pin pon.
le pegué con su pinche peine de marfil.
a veces soy tan transparente y emocional
como una adolescente que se masturba.
soy sansón dando patadas de ahogado,
soy el correveidile de la lujuria,
soy más toxico que toda la banda de imecas.
siento una profundísima nostalgia
por algunas mujeres que ni conozco.
la misma pendeja nostalgia que me da
pensar en el primer han solo que me compró mi madre.
siento por todos los escotes la misma nostalgia
que mi abuela siente por catalina creel,
por pagar ochenta centavos para ver a pedro infante
en vivo, por el tranvía que llegaba al zócalo.
cuando tu hermana tiene sueños húmedos,
siempre voy de metiche.
a veces me siento como un portero
antes de que le tiren un penalti,
a veces un cuento pornográfico
con vodka y agua mineral,
a veces como el cochambre que dejan
las viejas en su tanga.
soy una voz necia que pide un trago más,
soy un gancho al hígado de la realidad;
esa vieja fresa que no bebe
y que nos mantiene en sus brazos mientras
mira cómo nos destruimos.
soy, a fin de cuentas, un sicario sin balas
huyendo de la responsabilidad
de encontrar su propia muerte.





Adrián Román, Acuérdate de mí cuando llegues al infierno
Premio de Poesía Editorial Práxis 2008
.

1 comentario:

  1. No te aflijas, al fin y al cabo, no eres tan raro ni especial. ¿Quién no es todo eso? Llevamos el universo encerrado, somos capaces de todo lo posible.
    Excelente texto.
    Un abrazo.

    ResponderBorrar