martes, junio 01, 2010



En el camino a Xilitla, SLP, se ve esta imagen en el cerro y cuentan que es el rostro de Cristo. No lo sé y no importa: lo cierto es que hay viajes divinos.

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Escaleras arriba y abajo, a veces con destino, a veces al fondo de los sueños (o sea arriba), los paisajes y las personas de la Huasteca se develan con calidez y humedad, con cantos no siempre sonoros. Sirenas y ninfas, historias. La palabra que construye, y el vuelo de estas alas:



(la crónica queda para después de que Penélope la oiga, platicada al oído)

1 comentario:

  1. Es cierto, qué más da, hay viajes divinos, como este precioso post.
    Aquí se viene a aprender y disfrutar, creo que ya lo sabes.
    Un abrazo.

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