Fue bello, ver las flores blancas brincar entre el pasto, una belleza efímera como todas. En varios templos hubo bendición de animales y de implementos de trabajo, tractores incluidos. Pero como que se le pasó la mano al santo porque muchos campesinos perdieron sus cosechas con las granizadas y lluvias de este fin de semana.
Nunca llueve a gusto de todos, y granizar menos aún.
ResponderBorrarPreciosas fotografías.
Un abrazo.