"La realidad es un asunto muy subjetivo. Sólo puedo definirla como una suerte de acumulación gradual de información; como una especialización. [...] Se puede ir uno acercando más y más a la realidad, por así decir; pero nunca puede uno acercarse lo suficiente porque la realidad es una sucesión infinita de pasos, de niveles de percepción, de falsos sondeos, y por ende, inextinguible, inalcanzable. Se puede saber más y más sobre una cosa, pero nunca puede saberse todo sobre una cosa: es irremediable. De modo que vivimos rodeados por objetos más o menos espectrales..."
Vladimir Nabokov, Opiniones contundentes.
Entrevista a la BBC, julio de 1962.
(retomada en El lamento de Portnoy)
Es cierto, nunca lo había visto así, pero no cabe duda de que si hubiese un realidad absoluta existiría la perfección ¿no? Y, entonces, que sentido tiene el bien y el mal, y la muerte, y todo lo perecedero... ¿Qué sentido tiene caminar, avanzar, si la realidad pressente es certera?
ResponderBorrarUn saludo
La realidad como percepción me parece un tema inagotable, de ahque sus reflejos me lleven a sabrosas discusiones, sobre todo con mis alumnos.
ResponderBorrarCuando se lee mucho, cuando se escribe, hablar de lo irreal de la realidad no es tan sorprendente como con alguien que sólo sabe de "su" realidad.
"Matrix", "Abre los ojos", "Ciudad oscura", "¿Quieres son john Malkovich" son buenos acercamientos a lo no absoluto.
Hace tiempo publiqué este fragmento de Salvador Elizondo:
"Pero entre el espejo y la mirada medra el mundo de lo otro; el mundo secreto; el mundo paralelamente secreto al verdadero mundo de nuestra mentira. Son imágenes que no estaban destinadas a tocar ninguna retina y a no ser reflejadas jamás en la superficie de ningún espejo. Imágenes invisibles. Ése es el mundo de los pensamientos secretos; el mundo en el que la apariencia y su demostración misma son expresión de la falacia del mundo real".
Un abrazo.
¡Uf! Este último texto da para todo un tratado sobre la realidad y la realidad paralela. Podríamos dialogar eternamente y encontraríamos infinitos mundos secretos entre la mirada y el espejo. Muy interesante.
ResponderBorrarUn abrazo