sábado, febrero 12, 2011

... No

Como la primera vez. Con una orden, incluso con una pregunta, haría lo innecesario.

Hay una comunión que me trasciende: amar un cuerpo sensual y saciar la sed de mundo con una mente, con tu mente. Verte sonreir mientras agitas los aretes, tu cabello, besar tus pies largos, tu toda tú. Recuerdas la inicial de una palabra, hablas como niña pequeña mientras me devoras.

El amor tiene momentos afortunados. Las promesas que se hacen mientras estamos desnudos valen el doble y no importaría si muriera aquí, bocarriba, con una sonrisa que parece no borrarse.

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