domingo, diciembre 17, 2017

Imaginares - Oliver Sacks

«La imaginación es cualitativamente distinta de la alucinación. Las visiones de los artistas y científicos, las fantasías y ensoñaciones que todos tenemos, se localizan en el espacio imaginativo de nuestra propia mente, en nuestro propio teatro privado. Normalmente no aparecen en el espacio externo, como los objetos que percibimos. Algo tiene que ocurrir en el cerebro/mente para que la imaginación sobrepase sus límites y sea sustituida por la alucinación...

»El tema del doble, el doppelgänger, un ser que es en parte uno mismo y en parte Otro, resulta irresistible para la mentalidad literaria, y generalmente se lo retrata como un presagio siniestro de muerte o calamidad. A veces, como en el relato "William Wilson" de Edgar Allan Poe, el doble es la proyección tangible e invisible de una conciencia culpable que se vuelve cada vez más intolerable hasta que, por fin, la víctima ataca a su doble con intenciones aviesas y se da cuenta de que se ha apuñalado a sí mismo. A veces el doble es invisible e intangible, como en el cuento de Guy de Maupassant, "Le Horla", pero sin embargo, este doble deja pruebas de su existencia (por ejemplo, se bebe el agua que el narrador coloca en su botella de la mesita de noche)...»

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